𝙘𝙧𝙤𝙨𝙨𝙞𝙣𝙜 𝙩𝙝𝙚 𝙩𝙞𝙢𝙚𝙨 [𝘾𝙖𝙘𝙝𝙚]

Consuelo

Pasaron el resto de la mañana y parte de la tarde informando a Raúl sobre lo que había sucedido desde el ataque de siniestro al DEO. Poché conto la mayor parte con algunas aportaciones de Valentina y Lara, mientras que Calle y los demás escucharon en silencio, sonriendo ante el palpable entusiasmo de Poché. Raúl escucho atentamente a la chica, pero su interés alcanzo su punto máximo cuando llego a la historia de Calle.

-Una linterna verde, ¿eh? -reflexiono, con una sonriso orgullosa en su rosto cuando Calle le mostro el anillo -Debo decir que no esperaba esto, pero también diré que no podrían haber elegido a una persona mejor.

Poché le sonrió a Calle y envolvió su mano en un apretón reafirmante -No podría estar más de acuerdo.

Calle le devolvió la sonrisa a Poché antes de mirar hacia abajo casi con timidez, tratando de luchar contra las lagrimas que estaban desesperadas por liberarse -Gracias, Raúl. Eso significa mucho para mí.

-Los Linterna Verde son un grupo muy poderoso de guerreros intergalácticos -explico Raúl -No muchos humanos son parte de ellos.

Calle asintió -Hare lo mejor que pueda para demostrar que soy digna.

-No tengo dudas de que lo harás -dijo Raúl, dándole a Calle una sonrisa tranquilizadora. Calle sintió una abrumadora gratitud por Raúl en eso momento. Los dos nunca has tenido una conversación antes, al menos no una adecuada, pero el hombre ya tenia un fe tremenda en ella.

-Esta bien, creo que deberíamos dejar que descanses -dijo Valentina, colocando una mano sobre el hombro de Raúl. El marciano asintió cuando todos se levantaron y le dijeron adiós. Lara, Cassie, Tim y Selman se despidieron primero, seguidos de Calle y Poché cuando Valentina vio a Raúl.

-¿Vas a entrenar? -Poché pregunto mientras bajaban las escaleras.

-En un momento -respondió Calle -Necesito hablar con Sebas sobre algo primero.

-Bueno -Poché beso castamente a Calle en la mejilla, lo que le provoco un escalofrió en la columna vertebral. Dios, eso nunca pasa de moda -Nos vemos en la sala de entrenamiento.

Calle asintió cuando Poché se dirigió por el pasillo. Suspiro, una sonrisa en su rostro. El amor que Calle sentía por la superhéroe de ojos verdosos había crecido exponencialmente desde el día en que se conocieron, y Calle estaba segura de que seguiría creciendo. Estaba un poco preocupada de que su corazón explotara por tantas emociones que le hacia sentir, pero se dio cuenta de que no le importaría: morir con amor en su corazón y saber que era amada cuando el resto del mundo la consideraba poco amable.

Se dirigió a la sala de control principal y encontró a Sebastián Villalobos en su computadora, escribiendo tan rápido como sus dedos le permitían. Calle estaba absolutamente sorprendida por las habilidades y la ética de trabajo de Sebastián. Poché le conto como trabajaron juntos en CatCo y que Sebastián era solo de informática, y Calle se alegro de ver que las habilidades de Sebastián se utilizaban mejor aquí en el DEO.

-Hola Sebas.

Sebastián dejo escapar un pequeño grito, casi saltando de su asiento al escuchar la voz de Calle -Calle, hey -dijo mientras intentaba recuperarse -No te vi.

-Esperaba hablar contigo sobre algo. ¿Estas ocupado?

Los ojos de Sebas se abrieron ante la propuesta -Uh, claro -respondió mientras se daba la vuelta, dándole a Calle toda su atención -¿Qué puedo hacer por ti?

-Estaba pensando si puedes ayudarme con esto -Calle levanto la mano del anillo -Por mucho que amo tener superpoderes ahora, me estoy cansando de tener que cargar esta cosa todas las noches se me ocurrió una idea mientras estaba en C-Corp. Esta mañana y podría funcionar, pero necesito tu ayuda con algunos de los mecanismos.