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Momo no sabía que hacer, le molestaba admitir que la villana tenía razón, cual sea la decisión que tome era perjudicial, además tomar la vida de alguien aunque sea un villano no está en su deber o tomar de ella sólo porque va a ser una heroína, aún no tenía permiso por la cual se le podía tomar como un delito, y para peor es de una familia rica, se que vería severamente afectada por su error, y por tercero los que darían la cara por esto serían sus profesores, que ya deben de estar en problemas desde el ataque de la U.S.J y los demas acontecimientos, esto sería una carga más grande para ellos.

¿Que debería de hacer? No podía dejarla ir.

—Por lo visto si eres inteligente. Prefieres dejar la mirada del resto que ellos salgan a afectado, ¿no?. —suspiro la castaña después de un tiempo de espera por alguna acción de parte de Momo.

—Te salvaste sólo porque no tenemos permitido pelear...

—Oh, entonces acabas de cometer una falta — reprochó la de mejillas rosas— que más da. Eres igual que al restó. Me gustaría seguir hablando contigo, pero.... — se Alejo un poco de ella sin borrar su sonrisa— tengo que ir con mi novio.

—Algún día Uraraka, algún día te capturare, y no podrás escapar, no perdonaré ninguno de sus crímenes, y vengare en nombre de Iida-kun.

—Suerte... — le deseó— lastima... Que yo no dejo las cosas para después.

—¿Que?

—Liberar...

Una lluvia de piedras cayó sobre la delegada de la clase 1-A. Uraraka tenía esas rocas desde que empezo la Misión y las llevó consigo para tenerle un buen uso, y lo hizo.

Se creo una montaña de rocas, donde ahora estaba atrapada Momo, no podrá salir sin ayuda con vida, o tal vez... Nisiquiera salga viva de ahí.

—Ochaco-chan... De verdad me dio miedo cuando te apuntó con ese cañon. Croac— comentó la rana acercándose al lugar.

—He tomado muchas vidad en mis manos Tzuyu-chan, se que algún día moriré, y estoy preparada. Si es en alguna Misión, o ayudando a la Liga, no importa. Yo estaré feliz — comentó la castaña con una sonrisa sincera a su compañera.

—Yo estaré muy triste si te vas — sollozo la peliverde.

—Mejor sigamos.

Ambas chicas siguieron su camino, Uraraka volvió a tomar el control de algunas cuchillas, no todas porque ya no le daba el tiempo de buscarlas.

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—¡No hagas nada imprudente! — le detuvo al Rubio con su hielo para que no salga afectado con el quirk del enemigo.

—Tengo que seguir...... Tengo que hacer mi trabajo —susurraba para si mismo el villano que  sacaba fierros desde sus dientes.

—¡¿No escuchaste eso?! ¡Vienen por ti!

—Deku... — Bakugo estaba un tanto enojado y a la vez feliz. Enojado porque no le permitían pelear y porque era la Liga iba tras el por órdenes de aquel chico que había despreciado por años, tener que ser protegido por el resto no mejoraba su humor, el era alguien quien sabía cómo salir cada situación sólo, y tener a alguien quien le proteja le molestaba bastante. Por otro lado estaba feliz si podría decir lo así en su interior, por la razón que verá nuevamente a su amigo.......A Deku, lo habia querido ver todos los días que supo que estaba en esa prisión que habían cerrado en la U.A, tenía tantas cosas que decirle, un sin fin de arrepentimientos que su orgullo aún no le había dejado decir aquel día que lo vio por última vez. Y por último, quería volver a tener su amistad, porque en toda su vida, no había tenido ningún verdadero amigo más que Deku; los demás sólo eran seguidores; pero el mismo se encargó de perder a ese amigo. — primero dicen que pelee y luego dicen que no. ¡¿Ah?! ¡No me importa lo que digan los demás! — y otra vez se lanzó a la pelea.

For my blood, sweat and tearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora