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Nunca pensaste en venir a un sitio como este pero ahora te retractabas.
Veías desde lejos como Ken y los demás miembros de la Toman tenían una reunión, escuchabas como nombraban a un tal Takemichi como capitán de la 1ra división. Eso no te importaba mucho, estabas ahí solo por una razón.
Querías ver a Draken, te escondías entre los árboles de atrás para que nadie pueda verte además Manjiro te había dicho que estar ahí era peligroso así que si querías ir él podía acompañarte pero obviamente no le dirías nada.
Todos aplaudían y gritaban, el grito del pequeño rubio anunció que la reunión había terminado. Saliste de tu escondiste para dirigirte hacia el chico del tatuaje.
—Hola. —jugaste con tus pies algo nerviosa mientras veías a Draken desde atrás, el rápidamente volteó al escuchar tu voz.
—¿Qué haces aquí? —abrió sus ojos en sorpresa y te tomó por los hombros para ver que no tengas algún golpe o algo. —¿Estás bien? Joder, Mikey te dijo que no vinieras sola. —te estaba regañando, solo rodeaste los ojos y soltaste una risita.
—Dije hola, al menos salúdame primero, Kenchin... —canturreaste llamándolo por el apodo que el rubio le tenía.
Viste como las mejillas de Draken iban tomando color y lo miraste con ternura. —Frente a tus amigos eres una persona fría que no demuestra sentimientos pero cuando estás conmigo es diferente. —te acercaste a él y tuviste que mirar para arriba. —¿Por qué, Ken?
Draken tragó grueso y estaba dispuesto a confesarse, pero algo o más bien alguien los interrumpió.
—Holaaaa. —Mikey venía gritando hacia ustedes, el más alto se hizo a un lado y pudiste notar su fastidio.
—Maldito enano. —Draken murmuró entre dientes.
—¿Qué? —gritó. —No te escuché, Kenchin. Dilo más alto, así. —el pequeño rubio no paraba de gritar en su oído así que Draken le dio un golpe en la cabeza. —¿Tú qué haces acá? —te preguntó mientras te miraba.
—Y-yo...
—Te dije que no podías venir, que era peligroso. PE-LI-GRO-SO. —de un momento a otro Mikey tenía el semblante serio, era demasiado raro y cómico ver sus cambios de humor.
—Quería venir a ver a D- quería venir a verlos. —dijiste nerviosa, casi estabas por decir el nombre del chico del cual estabas enamorada.
