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Tres semanas después y las cosas seguían de maravilla, Ale y yo de vez en cuando salimos a dar la vuelta.

Íbamos a parques, museos o a comer, también nos quedábamos hablando hasta la madrugada o incluso hacíamos video llamada cuando no podíamos vernos.

Me encantaba hacerlas, ver su cara, sus labios moverse, la alegría con la que me hablaba.

Amaba cada día que salíamos, amaba su aroma, sus manos rozando de vez en cuando con las mías.

Mierda, creo que me he enamorado de Alessandra.

- ¿Te gusta Alessandra?- pregunta Leon mientras le doy una mordida a mi pizza.

- ¿Qué? Claro que no.

- Ajá.- dice Elena.

- ¿Qué?- la miro.

- Eso ni tú te la crees, siempre estas hablando de ella, de lo hermosa que se ve, de sus ojos, de que es maravillosa y todo eso.- suelta una risa Cassian.

- No puedes mentirnos Nicolás.- dice él.

- Bueno.- suspiro.- Sí, me gusta.

- ¿Y por qué no están juntos?- dice el moreno.

- Pues... creo que aún no es el momento.

- ¿Cuándo será entonces?- dice la castaña a mi lado.

- Pues...- me quedo callado, sin saber exactamente qué decir.

¿Cuándo será?

- Ves, debes de ir por ella, arriesgarte.

- ¿Y si dice que no?

- No dirá eso, se ve que ella te ama igual que tú.

- ¿Estas segura?- frunzo el ceño.

- Pues, segura segura, no.

- ¿Entonces?

- ¡Pues no sé qué piensa ella de ti! Pero supongo que te ama igual.

Lo pienso, sopeso su propuesta hasta generar una solución.

- Ella tiene razón Nicolás, deberías de intentarlo, y si te dice que no; pues al menos tendrás la satisfacción de que lo intentaste.- habla el rubio.

- ¿Desde cuándo siempre estas de acuerdo con Elena?- pregunta Leon con el ceño fruncido.

- Eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando.- se defiende ella.

- Oh...- hablo con burla.- ¿Qué ocultan pequeños traviesos?

Alterno la vista entre los dos mientras alzo y subo las cejas.

- Deja de ser tan pesado, no tenemos nada Nicolás.

- Mejor dinos si lo harás o no.- habla Cassian.

- Bien.- alzo los brazos en señal de rendición.- Creo que lo haré. ¿Esta noche quizás?

- ¡Sí!- grita ella.

- ¿Ya tienes planeado qué harás?- pregunta el moreno.

- Pues... puedo preparar una cena en mi casa.

- ¿Tú?

- Sí.

- No, olvídalo, ni lo pienses.- dicen todos.

- ¿Por qué no?- frunzo el ceño.

- ¿Estas bromeando?- me mira con incredulidad la chica.- ¡Cocinas horrible!

- Eso no es verdad.

- Lo es.- dicen los otros dos.

- Mejor déjame la comida a mí y tú encárgate de otra cosa.- habla Leon.

Cierto, se me olvido decirles que él es un experto en la comida, todo lo que hace es delicioso. Una vez nos preparo una lasaña que me dejo con ganas de más.

- Bien, pero quiero decirles que sólo acepto porque tengo mejores cosas que hacer y no tengo tiempo de preparar algo.

- Sí claro.- se ríen.

Las horas pasan y finalmente llega el tiempo de irnos a casa, las cosas no salieron como había planeado.
Se suponía que en la noche nos reuniríamos en mi casa para ver una película, pero al parecer terminare pidiéndole que sea mi novia a la chica que me gusta.

¿Qué cosas no?

Mientras vamos en el auto de Leon, saco el celular para ir a la conversación que tengo con la chica.

Yo: "Esta noche tengo algo planeado" 1:30 pm.

Ale <3: "¿Qué harás? 1:32 pm.

Yo: "Ya lo veras ;)" 1:33 pm.

- Llegamos.- habla Leon, sacándome de mi burbuja.

- ¿Qué tiene tu madre el día de hoy Nicolás?- pregunta Cassian mientras nos dirigimos a casa.

- Mamá esta en el trabajo ahora, llegara más tarde, así que creo que comeremos macarrones con queso.

- Me agrada.- dice el moreno.

Entramos al lugar, dejamos nuestras mochilas en un lugar apartado y después cada quien se va a hacer lo que quiere.
Cassian y yo nos quedamos en la sala jugando, mientras que Leon esta en la cocina preparando la comida.

- Ya vengan a comer idiotas.- nos grita.

- Que educado.- me burlo de él.

Al llegar a la mesa, nos sentamos a comer, mientras lo hacemos platicamos de las cosas pendientes que tenemos en la universidad.

- ¿Qué quieres que haga para Alessandra?- pregunta.

- Mmm.- trago el bocado.- No lo sé. ¿Qué se hace en estos casos?

- No puede ser.- suspira con frustración.- Mejor déjamelo a mí.

- Bien.

- ¿Decoraras la casa?- pregunta el rubio.

- Pues tenía planeado decorar la mesa solamente, ya saben, con velas aromáticas, ir por unas rosas y todo eso.

- De acuerdo.

- Lo saque de un tutorial.

- ¿Qué?- se ríen.

- Sí, no sabía lo que se hacía en estos caso, así que busque "¿Qué hacer en una cena romántica?" Y me salieron varias opciones, una de ellas era que debía de comprar rosas y hacer una comida que le guste.

- Ella te trae mal.- dice Leon.

- Mejor ya no les digo nada.- me levanto de mi lugar para ir a dejar mi plato sucio.

- ¡Vamos! No te enojes Nicolás.- grita Cassian.

- ¡Apúrense a ayudarme a recoger en vez de estar hablando estupideces!

Mientras lavo los platos sucios, pienso en qué le diré cuando esté aquí.
En los sentimientos que he estado reprimiendo, en las palabras que jamás le he dicho por miedo a que me rechace.

¿Me aceptara?

No lo sabré hasta que la tenga frente a mí y le confiese todo lo que siento.

Una noche más a tu lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora