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Farey 

La resaca era una de las peores cosas de la vida. El dolor de cabeza, las náuseas, la debilidad del cuerpo, el mal humor y que te sientes morir es algo que vivo con frecuencia. 

La cabeza me palpitaba causando que me moviera como lombriz en la cama, quería seguir durmiendo hasta morir y no sufrir por esto. Pero mi deseo se vio interrumpido cuándo gritos me hicieron sentar en la cama de un saltó. 

«¿Quién mierda estaba follando tan temprano

Fue el primer pensamiento que se me cruzó por la mente. 

—Auch —murmuró cuando una puntada en la cien me hizo cerrar los ojos con fuerza y llevar mi mano hasta la zona afectada 

El sol iluminaba toda la habitación en que me encontraba, que no era la mía. Con el ceño fruncido me levante de la cama y fui hasta el baño. Al entrar y mirar mi reflejo no me sorprendí al verme con el maquillaje corrido y mis ojos rojos. 

Las náuseas golpearon mi sistema haciendo que me tirará hacia el inodoro y vaciara todo mi estómago. Al acabar tire de la cisterna y me quedé unos minutos sentada en el frío suelo de baldosas recordando lo que anoche habíamos hecho. 

Había sido una noche increíble sin dudas alguna, me habia divertido y pasado muy bien a pesar de estar en un lugar dónde no debía estar simplemente por ser como era. 

Me levanté del suelo al sentirme sucia y pegajosa, tenía que darme una ducha con urgencia, todo había sido muy lindo pero tenía olor a tequila, sal, sudor y quizás alguna otra bebida más que no recordaba bien. 

Buscando alguna bata debido a que no había ropa mía en el lugar, al encontrarla en un en estante debajo del lavabo cerre la puerta a mis espaldas y no dude en echar el pestillo para luego empezar a sacarme la ropa y quedar desnuda en segundos. 

No terminé de abrir la lluvia cuando me metí debajo de esta y aunque estaba helada al principio mi cuerpo adormecido lo agradeció. Tomándome alrededor de treinta minutos debajo del agua salí del baño mientras secaba mi cabello. 

Cuando fui a sentarme en la cama la puerta fue abierta y por ella apareció Madox, tenía mejor apariencia que la mía sin duda y parecía a ver despertado hace un buen rato. 

—Buenos días —sonreí saludando 

—Te traje esto por mientras —dijo sin responder el saludo y casi sin mirarme 

Sin tomarle importancia a su comportamiento asenti dejando la toalla con que antes me secaba el cabello a un lado. 

—¿Que hora es? —pregunte tomando la ropa que me tendió 

—Cerca del medio día 

Había dormido toda la mañana y hubiera sido más hora de no ser por esos gritos. 

—Tu desayuno esta abajo 

Y antes de que respondiera se fue, frunciendo mi ceño me levante de la cama sin entender que mosquito lo había picado y me coloque la ropa. Un pantalón deportivo gris, unos boxers y una remera blanca sin mangas. Colocandome solo unas pantuflas blancas salí de la habitación. 

Baje las escaleras sin oír absolutamente nada, la casa estaba sumida en silencio y parecía ser solamente yo su única presencia. 

El living estaba vacío, por el pasillo donde estaba su oficina tampoco se oía nada. Y al entrar a la cocina tampoco vi a nadie, encima de la mesada había un plato con huevos, tostadas y tocino acompañado con un tasa de café. 

Mis Elegidos | #VD1Where stories live. Discover now