Capítulo Extra

3.3K 156 13
                                    

Boston,
02 de junio 2016.

Un simple maquillaje hacia resaltar mis oscuros ojos y aquel labial rojo —que sabía, volvería loco a Aide — hacía ver mis labios más carnosos que resaltaban al igual que las curvas de mi cuerpo por tan ajustado vestido que había elegido para usar en uno de los días más importantes de mi vida:

Mi boda con Aiden.

En algunas horas dejaría de ser Aline Davis para convertirnme en la señora Whright, en la esposa del hombre que más amo en este mundo.

Mis manos comenzaron a sudar y mi corazón a latir con desenfreno mientras Catalina se encargaba de afinar el velo que cubriría mi rostro hasta tener que unir mis labios con los de Aiden que esperaban con ansias ese momento.

Después de todo, aquí estábamos los dos, listos para unir nuestras vidas para siempre con las personas que queríamos. Su madre y su hermana que aunque sabía que muy en el fondo aún tenían cierto rencor por mí decidieron hacerlo a un lado y solucionar las cosas, intenté lo mismo con mi hermana pero para ella el orgullo le fue más importante que la familia.

Mi única familia ahora era Demián que abrió la puerta quedándose quieto un momento para admirarme de pies a cabeza con una gran sonrisa, sus ojos se iluminaron y supe que estaba pensando en mi padre y lo orgullo que estaría de mí.

—Te ves preciosa ratoncito.—tomó mis manos entre las de él.

Un nudo se instalo en mi garganta advirtiendo que si hablaba rompería en llanto en un segundo, respondí con una simple sonrisa y recibí gustosa su abrazo que me hizo creer por un segundo que la persona a la que estaba abrazando era realmente mi padre.

—¿Lista?—susurró mirando un momento a Catalina.

Tome una bocanada de aire.

—Lista.—respondí con una sonrisa.

El corazón me latio con locura cuando nos detuvimos detrás de las puertas de madera donde Demián se encargó de acomodar mi velo cubriendo así mi rostro, me dió una sonrisa y giramos entrelazando nuestros brazos listos para comenzar con nuestra caminata hasta el altar donde Aiden ya se encontraba a mi espera.

Vestía un traje negro hecho a su medida, el cabello lo tenía perfectamente peinado aunque algún cabello rebelde cayó sobre su frente cuando estuve más cerca de él, no hubo momento en el que rompiera contacto visual con él.

—Espero que la cuides.—Demián le entrego mi mano.

—Con mi vida.—respondió aún con sus ojos en mí.

La ceremonia comenzó y apreté la mano de Aiden que entrelazó nuestros dedos dándome esa seguridad que siempre sentía al estar con él, la ceremonia avanzo hasta el momento en que Sol —hermana de Aiden— se acercó a nosotros con los anillos. Aiden tomo mi anillo y tomo una bocanada de aire antes de poner esa sonrisa torcida.

—Ambos escogimos juntar nuestras vidas.—su voz me erizo la piel— Yo me entrego a ti sabiendo que nuestro amor ahora es mucho más que como comenzó. Prometo amarte en la prosperidad y la adversidad, apoyarte en tus sueños y ayudarte a cumplir tus metas. Quiero ser tu cómplice y que tú seas la mía por el resto de la vida.—la argolla de matrimonio llegó al final de mi dedo cuando sus votos finalizaron.

Me gire ligeramente hasta Sol para tomar la argolla que comencé a deslizar en el dedo de Aiden.

—Prometo amarte cada día de mi vida. Prometo sostenerte, apreciarte y valorarte. Quiero vivir cada día como si fuera el último, quiero vivir cada loca aventura contigo a mi lado y quiero disfrutar cada cosa de ti.—lo mire fijamente— mientras envejezcamos y lentamente cambiemos, podremos mirarnos a los ojos y saber que lo que tenemos juntos nunca desaparecerá.

—Yo los declaro marido y mujer.—el lugar estallo en aplausos— puede besar a la novia.

Aiden me mostró su dentadura mientras retiraba el velo de mi rostro, acunó mis mejillas entre sus grandes manos y se inclinó para alcanzar mis labios que se acoplaron a la de él al instante.

Señor y señora Whright.

Ω

Llegamos al lugar de la recepción algunos minutos después que los inventados sin embargo nos quedamos sentados en la parte trasera de la limusina. Se acomodo en el asiento para mirarme.

—¿Qué tal si huimos?—su mano acarició mi mejilla.

Me reí.

—No podemos hacer eso mi amor.—sacudí la cabeza con una sonrisa.

—Claro que podemos, es nuestra fiesta.—le resto importancia.

Huir. Solo él y yo.

—Entremos solo una hora y nos vamos.—propuse.

—Bien.—suspiró— solo una hora.

Sonreí asintiendo para besar sus labios.

Recibimos las felicitaciones de las personas con una sonrisa siendo corteses sin demostrar el plan que teníamos de huir dentro de poco de nuestra propia fiesta, nos tomamos fotos con algunos invitados y bebimos un par de copas con champagne. El DJ nos llamó a Aiden y a mí a la pista para comenzar con nuestro primer baile como esposos, un nudo se formó en mi estómago cuando me miró con adoración.

Lo amaba con completa locura.

Perfect de Ed Sheran con Beyoncé comenzó a sonar por los altavoces. Aiden envolvió mi cintura con su mano derecha y su mano izquierda la unió con la mía haciendo que nuestras argollas se rozaran.

—¿Sabes?—comenzó a hablar acercando su boca a mi oreja— Nunca había estado tan seguro de pasar el resto de mi vida con alguien, hasta que te conocí.

Sonreí por sus palabras.

—Te amo.—acaricie su mejilla— Te amo para siempre amor.

Peligroso Amor. ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt