𝐒𝐢𝐧 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨- 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

4. junta de chismes.

—¿Y tocó tu trasero?— me preguntó María impresionada.

—bueno... Fue para sacar mis llaves solamente y las saco de inmediato.— mentí. No quería que supieran lo que pasó realmente, al menos no lo que pasó por mi mente.

Recuerdo cuando soltó todo su aliento al dejar sus manos bien acomodadas en mi trasero, me acerco ligeramente a el y sus manos eran tan grandes que quedaban incluso muy apretadas dentro de mi jeans... Aunque bueno, tenía trasero grande y pudo haber sido eso igual, pero si se sintió bien, Aunque el idiota ¡Aish! ¡Mi trasero era fantástico! En si, uno de mis mejores atributos físicos, ¿Cómo decía eso?

En cambio yo no podía decir lo mismo.

Sus manos grandes, el en si era alto y muy guapo, aunque era un coqueto con todas, se notaba por como era, como le hablo a la chica del almuerzo. Llevaba un día pensando en el, hoy era fin de semana y estaban tomando desayuno.

—ah pero algo tocó, es un pillo. No toco nada malo eh.— bromeó para suspirar.— conocí a alguien...

—¡Uhh! ¡Cuéntame!— chille emocionada para ponerle atención.

—vino por un corte de cabello que ya me habías enseñado... Le gustó mucho y me dijo que era una linda chica, que si me molestaba que me enviara cartas... Espero no te moleste si sientes un búho.— podía notar la vergüenza que tenía.

—oh no, claro que no... ¡Dime quien es! ¡Quiero saber!— hablé entusiasmada, su respuesta me dejó sorprendida.

—Blaise Zabini.

[George Weasley]

¡No la podía sacar de mi cabeza! Era tan complicado porque la odiaba. Me caía mal y era una chica desagradable... ¡Pero solo conmigo! Se notaba que era una chica super dulce. Me gustaban las chicas dulces, pero ella conmigo no lo era así que no me gustaba... Tanto.

Pase las manos por mi rostro frustrado recordando su trasero.

Era como si fuera a la medida de mis manos, tan grande y a la vez suave. Acercarla a mí fue la mejor decisión, pero no la acerque lo suficiente para sentirla. Por unos momentos pude ver sus ojos, eran cafés y brillantes, tan inocentes y tiernos... Por unos segundos sentí que me perdí... Eso no me pasaba hace tiempo, el quedar cautivado con una chica y quedarme estático, nervioso... Lo que me ponía mal porqué yo era el coqueto galán, no de los que se ponía nerviosos como me puse en aquel momento. Arruine todo, todo al decir que no era de otro mundo, era un mentiroso, un completo y vil mentiroso porque me encantó, y si ella y yo nos agradaramos de alguna forma la habría invitado a salir... Y si ella y yo saliéramos ni siquiera podría librarse de todo lo que le haría a ese trasero.

¡Merlín, necesitaba luego una cita o iba a morir por tanto jaloneo a mi pene!

Aunque ninguna chica parecía gustarme lo suficiente.

La de los almuerzos coquetea con casi todos y tan sólo unas palabras y la tenía comiendo de mi mano. No puedo salir con ella o le rompería el corazón, y no hay nada que odie más que un rompecorazones que no respeta a las chicas. Quizás en la boda de Vivian y Charlie podría encontrar a una linda chica, una que quisiera pasar el rato, claro.

Amy era una buena peluquera porque mi cabello iba muy bien, ella sería una buena chica, pero Merlín, que desagradable era, sin contar que me llama señor Weasley o viejo pervertido... ¿Yo viejo? ¡Ja! Claro, ella era de dos años menos nada más, ¡No era nada!

O quizás decía eso porque la quería para salir. Ni siquiera se me pasa por la cabeza como una chica para mí, ¿Por que?, Fácil, yo le caía mal, ella igual a mi... Aunque una vez leí un relato de una pareja que estaban en una pelea y de la nada se besan y una cosa lleva a la otra, sería excitante que en lo de las llaves ella se me hubiera insinuado llevándome al callejón y luego-