Capítulo 49

23.7K 756 69
                                    

"Aun con celos se que me protegías y se

Que aun cansada tu sonrisa no se marcharía" El regalo más grande, Tiziano Ferro.

Despierta, Lizzie- le susurró Darcy a su esposa que dormía sobre su hombro.

Ella abrió los ojos confundida. Cuando se enderezó, notó que le dolía el cuerpo por la incómoda posición

dentro del carruaje.

-¿Dónde estamos?- preguntó frotándose el cuello.

-Estamos en Coventry. Pasaremos la noche acá- respondió Darcy que se quedó mirándola con el seño

fruncido.

-Estoy bien. Quita esa cara- le dijo sin necesidad de preguntarle los pensamientos que lo preocupaban.

Deberíamos parar más seguido. Te ves cansada y un poco pálida.

-Cuando haya estirado las piernas y comido algo, mi cara cambiará- contestó apoyando su mano en la

mejilla de su esposo. Darcy le sonrió. La hubiera besado si en enfrente no habría estado la niñera con

William acostado sobre el cómodo asiento de cuero y la cabecita apoyada sobre el regazo de la amable

señora.

Afuera estaba oscureciendo en una fría tarde invernal. Bajaron en la posada Godiva, donde Darcy solía

hospedarse cuando pasaba por allí. Ordenó baños y comida en la habitación. No pensaba en bajar al

comedor.

Mientras el se bañaba en una de las habitaciones, Elizabeth lo hacía con el niño en la otra. Como

generalmente sucedía, él terminó mucho antes que ella.

-Elizabeth, han traído la comida- anunció, golpeando la puerta con delicadeza.

-Enseguida voy- respondió su mujer. Él frunció la nariz, conociendo a Lizzie, todavía estaba en el agua.

Se sentó a esperarla en la pequeña mesa servida junto al fuego del dormitorio, mientras mordisqueaba un

poco de pan.

Elizabeth entró con el cabello suelo y su ropa de cama. Tenía una larga bata blanca bordada anudada

debajo del busto, marcando notablemente su vientre de cuatro meses.

-Perdona el retraso- dijo besándolo en la cabeza y se sentó en la mesa preparándose para comer.

-¿Te sientes mejor?

-Mucho, el baño me hizo muy bien. Sentía todos los músculos agarrotados.

-Creo que será más conveniente para tu estado que frenemos más a menudo. No apurarnos tanto en

regresar.

-Mi estado y yo, estamos perfectamente bien. No es necesario que vayamos más lento.

Darcy la miró sacudiendo la cabeza en reprobación y una pequeña sonrisa en los labios mientras

degustaba la sopa.

-Quieres que nos quedemos un día en Coventry, podrías satisfacer tus instintos curiosos visitando ciertos

lugares.

-No busques tentarme- respondió arrugando la nariz y voz amenazante. Darcy se rió.

-Lo volveremos a conversar en la mañana, cuando estés descansada.

Secuela de Orgullo Y PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora