3 - El amor duele... y mucho

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NOTAS

¡Feliz Año 2022, familia!

El tiempo apremia hoy, así que no les entretendré más. ¡Disfruten el capítulo!

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3 - El amor duele... y mucho

LAURA

"¡Qué zorra!".

"¡¿La ha besado delante de su novia?!".

"¿Esa es la que le robó la novia al hermano?".

Incontables comentarios venenosos naufragan en el mar en calma que me aísla del mundo. Las voces se extravían en la inmensidad del acogedor silencio que protege mis sentidos. La serenidad solo pretende que sienta en su totalidad el roce de los labios que me enloquecieron una vez. Esos labios de seda acarician los míos como en nuestro primer encuentro, los revitalizan con tal fuerza que me confirman que esto no es una alucinación. Son los labios de mi Ai...

Una mano tira bruscamente de mi brazo. Su hostilidad rompe la burbuja que me poseía como si me raptara de un sueño vívido y mágico. Recibo el golpe más duro cuando mis ojos chocan con la realidad que me rodea. Caras anónimas ocultas tras teléfonos que graban, sonrisas burlonas, miradas juzgadoras, Marta expresando un descarado asombro, mi querido hermano negando con la cabeza...

—¡¿Qué coño haces?! —Pero es el rostro de mi Ani empapado por las lágrimas el que me destroza. Su voz temblorosa potencia mi sentimiento de culpa.

Paralizada, no logro articular ni media palabra. Mi lengua cobarde se refugia en lo más profundo de mi boca como un roedor que se oculta en su madriguera. Soy tan lamentable que mis ojos buscan dividirse entre mi Ani y mi Ai mientras lloran impotentes. No sé qué hacer...

—¡Joder! —La mirada afligida de Ani se reparte entre nosotras, especialmente sobre mí para dedicarme su decepción.

Un segundo después, Ani huye corriendo. Soy tan miserable que mi cuerpo no reacciona, permanece sembrado en medio de esta jauría de cotillas.

—Mi luna, lo siento. —La voz tranquila de Aiko me distrae de todo este absorbente malestar, pero, a su vez, alimenta mi confusión—. No pude evitarlo después de tanto tiempo. Tampoco sabía lo vuestro. Por favor, ve con ella. Podremos hablar luego, te enviaré mi dirección.

En cierta manera, necesitaba esa comprensión de Aiko para aclarar mis prioridades. Aunque ansío obtener respuestas, no puedo permitir que mi Ani sufra.

***

He perseguido a mi novia hasta la casa. Ani corría con tanto ímpetu que sentí que perdía su corazón en cada zancada, dejando tras de sí una lluvia de lágrimas que se estampaba en mi cara como gotas de dolor.

—Ani, ¡por favor!, hablemos —le ruego mientras atravieso el salón de la casa de sus padres a toda prisa.

—¡No quiero hablar! —Ani da un portazo y oculta su sollozo en nuestra habitación, pero eso no impide que yo entre.

Me entristece su desolada forma de tirarse en la cama, apegarse a una almohada y ahogar su llanto en ella.

—Por favor, no te pongas así. Me duele verte llorar —expreso con sentimiento y me detengo al pie de la cama.

—¡¿Que te duele?! —Ani me lanza una mirada tan melancólica como despiadada—. ¿Y cómo coño crees que me siento yo? ¡La besaste delante de todo el mundo! ¡Me has dejado como el hazmerreír del puto instituto!

La hermana de mi exnovio [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora