∞ C h a p t e r 28 ∞

69 8 0
                                        

Chaeyoung

Había pasado los días intentando no contactar o ver a Taehyung porque, de alguna manera, me arrepentía de lo que le había dicho la última vez. Se supone que no quería continuar conociendo personas y tener relación con nadie, sin embargo, había sido mi miedo y seguridad respecto a dejar ir a Jungkook que me había llevado a soltar las palabras tan a la ligera.
Pensé que lo mejor era continuar mi vida como hasta ahora, pero los últimos días habían sido difíciles con Jungkook muy ocupado con sus cosas, mis tíos en casa arruinando mi existencia y la cantidad de pensamientos que me abrumaban. Necesitaba hacer algo para despejarme y Taehyung fue lo único que se me ocurrió así que olvidé todo lo que había planeado y me decidí a enviarle un mensaje para que pudiéramos vernos.
Quizá era una terrible idea, pero la tranquilidad y comodidad que él me daba era adictiva y necesaria.

Estaba esperándolo en la siguiente calle de la escuela donde nos reuniríamos, pero ya habían pasado casi veinte minutos de la hora acordada y no aparecía.
Justo cuando estaba considerando irme, lo ví cruzar la calle para llegar a mí.

—Pensé que ya no vendrías—hablé observándolo con seriedad.

—Lamento la demora, pero tuve que quedarme un poco más para arreglar un asunto de mi calificación—suspiró. —Como sea, ya estoy aquí. ¿Vamos a mi casa?

Me sentí avergonzada porque de alguna manera estaba aprovechándome de él para terminar siempre en su casa.
Yo no podía invitarlo a mi casa considerando los problemas que tenía y tampoco tenía idea de otro lugar en el que podríamos estar así que asentí levemente.

—Sí, supongo que es la mejor idea—murmuré.

—Vamos entonces.

Empezó a caminar despreocupadamente y mi plan era hacerlo también, sin embargo, de manera repentina sentí como si el mundo estuviera sacudiéndose bajo mis pies.
Perdí el equilibrio y me apoyé en una pared mientras continuaba sintiendo como todo me daba vueltas.

—¿Chaeyoung? ¡¿Qué tienes?!

La voz de Taehyung sonaba lejana y no podía distinguirlo o responderle porque parecía haber perdido la habilidad.
Tras unos segundos me desplomé en el suelo y todo se volvió negro.

No sé cuanto tiempo pasó, pero cuando empecé a recobrar la conciencia estaba en un taxi con Taehyung, quien me estaba sosteniendo.

—¿Qué pasa?—pregunté confundida intentando enderezarme y alejar mi cabeza del regazo de Taehyung.

—Hey, quédate ahí—me atrajo de vuelta a sus brazos. —Y bueno, te desmayaste así que estamos yendo al hospital.

—¿Qué?—lo observé asustada. —No, de ninguna manera.

—No pondré en discusión eso—dijo seriamente. —Esto no es normal y necesitamos saber que te pasa.

—Ya me siento bien y–

—No vas a convencerme esta vez. Vamos a ir.

La determinación en sus ojos me hizo callar.
No supe que más hacer y simplemente me quedé ahí, recostada en él y viendo su rostro.
Me producía una sensación extraña, algo que desplazaba el miedo que tenía por ir a un hospital.

Después de unos minutos más, el conductor se detuvo frente al gran edificio.
Retuve el aire y quise negarme otra vez a entrar, pero inesperadamente Taehyung me tomó entre sus brazos y me cargó fuera del taxi.

—¿Qué estás haciendo? Puedo caminar perfectamente, bájame—reclamé intentando hacer que me soltara.

—Cállate y cálmate—resopló y pagó al conductor. —No te pasará nada.

soft addiction; kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora