CAPÍTULO 6: Una Venganza

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La puerta de la casa Blake sonó, mientras Jessica cocinaba. Ella tuvo un mal presentimiento, pero decidió ir a la puerta igualmente. Abrió la puerta para encontrarse a Margaret, con su maquillaje corrido por las lagrimas que bajaban por su cara, como pequeños ríos cuya corriente estaba llena de dolor.

"Margaret. ¿Estás bien? ¿Qué te pasó?"

"Es... es Ben, Jessica. Él..." La mujer se detuvo cuando sintió todo el peso del dolor en sus hombros, sin poder terminar la frase, echó a llorar en los brazos de Jessica, quien sin saber lo que pasaba, podía darse una idea.

"¿Qué le pasó, Margaret?"

"El... se suicidó." La madre devastada echó a llorar otra vez, mientras las madres se abrazaban, Jeff bajó las escaleras.

"Mamá, tía... ¿Qué pasó?"

La noticia destrozó a Jeff. Lo dejó vacío, casi como si no pudiera comprender lo que acababa de escuchar. Se sintió triste, si, pero sobre todo culpable. Después de todo, Él fue quien lo acusó de estar demente, y quien lo dejó solo. El pensamiento de que tal vez pudo haber hecho algo mas no lo dejaba dormir, mientras acostado en su cama sentía casi como si la tierra se lo fuera a tragar en cualquier momento. Pero simplemente se quedó ahí, acostado, sin hacer nada. Hasta que alguien abrió su puerta.

"Liu... ¿Qué haces aquí...?"

El chico no dijo nada, mirando a Jeff con la mirada fría que lo caracterizaba antes de cerrar la puerta detrás de él y sentarse junto a su hermano, aun sin decir una palabra.

"... sé como se siente perder a la gente que amas. Lo siento."

"¿Y cómo lo superaste?"

"... no lo haces. ese dolor, ese... ese ruido. Se queda en tu cabeza por siempre. Y solo... tienes que aprender a vivir con eso."

"Siento que le fallé... pude haber hecho más por él."

"Pero, no lo hiciste. Esos errores, esos fracasos... esas son cosas que no se olvidan. Tienes que aprender a perdonarte por lo que hiciste. No ahora... pero, cuando sea el momento, podrás perdonártelo."

"¿Y qué pasa si nunca te lo perdonas?"

"... entonces terminarás igual que yo. Cuando esa banda me atrapó, estaba con una amiga. La llamaba "Colmillos", porque, tenía esta cosa rara... le gustaba morder a la gente, supongo que esa era su forma de demostrar cariño. Nos mantuvieron juntos en una jaula, igual que animales... casi sin comida, ni agua. Pero lo superamos juntos." La cara de Liu pasó de ser nostálgica a seria, casi melancólica. "Ellos quisieron prostituirla, le dije que en cuanto tuviera la oportunidad, escapara, que llamara a la policía y entonces me encontrarían a mí. Esa fue la ultima vez que la vi con vida. Ella intentó escapar, y lo único que consiguió fueron diecinueve puñaladas en el pecho. Nunca me perdoné por eso... era como una hermana para mí."

"Lo siento... no sabía."

"Si... le dije a mamá que no se lo contara a nadie. El punto es... no termines como yo, no dejes que el dolor te gane. Porque si lo haces... nunca podrás seguir adelante."

"Gracias, hermanito."

Liu se burló. "No eres tan estúpido después de todo."

"Gracias..."

"Oye, ¿Vamos a comer algo? Necesito recargar combustible luego de esa charla."

"Si... si. Me gustaría."

Los hermanos bajaron las escaleras, felices. Jeff sintió algo de paz, aunque aun sentía ese horrible vacío en su corazón.

"¿Quieres un café?" Dijo Jeff mientras preparaba su bebida favorita, como siempre, añadiendo azúcar extra.

Los Proxies (ESP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora