86

10.8K 713 103
                                    

EL VENENO MÁS DULCE
A/N: contenido sexual
Advertencia: capítulo con daddy kink, si no te gusta, te ruego que te guardes los malos comentarios o pases al siguiente capítulo.
____________

Fred arqueó una de sus cejas, con sus ojos perforándome y sus manos en mis caderas. El ambiente de la habitación se sentía más pesado debido a toda la tensión sexual contenida y el único sonido audible era nuestra propia respiración. 

— Lilith — comenzó, tratando de razonar conmigo, — no quiero lastimarte.

Rodé mis ojos con una pequeña sonrisa en mi rostro y me apoyé en mis manos para dejar mi cuerpo aún más expuesto. 

— Vamos, Freddie, no me digas que te estás oxidando...— me burlé en un murmullo bajo, viendo cómo sus ojos se oscurecían y su respiración se hacía más profunda. — Quiero decir, si realmente no quieres, está bien, por supuesto. Solo pensé que podríamos... adelantar nuestro encuentro.

— ¿Oxidado? ¿yo? — se rió entre dientes, irónico, acercándose lentamente a mí como si de un león que caza a su presa se tratase.  — Puede que yo esté oxidado, pero ¿qué hay de ti, Lilith? Desde que empezamos a follar, te has convertido en una putita necesitada. Y no se trata de no querer follarte, amor, se trata de que te comportas como una mocosa desobediente, como siempre.

La luz de la luna iluminaba su espalda, creando sombras en su rostro perfecto que lo hacían parecer más rudo y maduro. Sentí que me desmayaría ahí mismo cuando el pelirrojo se mordía el labio y llevaba su mano a mi cuello, para acercar mi cara a la suya. Sus ojos marrón oscuro rápidamente se enfocaron en mis labios y presionó con más fuerza. 

— ¿Y cómo sabes que no siempre he sido así, eh?

Su sonrisa se volvió más traviesa y sus ojos brillaron con deseo cuando rocé mis labios contra los suyos. 

— Porque sé que nadie te ha follado nunca como yo — susurró deslizando sus manos debajo de mi camisa y comenzando a acariciar mi cintura, mi espalda y mis pechos, derritiéndome con su toque ardiente. — Porque eres la niñita de papi. Mi buena niña.

Agarré el cuello de su camisa, desesperada por sentirlo de nuevo, y nos fusioné a ambos en un beso intenso y devastador. Sus labios exigían los míos, reclamándome y tratando de tomar el dominio cuando una de sus manos regresó a mi cuello, obteniendo un suave gemido de mi parte. Antes de que pudiera siquiera intentar quitarle la ropa, su otra mano se escabulló de nuevo, pero esta vez, dentro de mi ropa interior. 

— Mmmh, estás empapada, cariño — murmuró con arrogancia contra mis labios.  — ¿Cómo puedo decirte que no cuando tu coño está prácticamente babeando por mí?

Dejé que mis labios bajaran por todo su cuello, besando, mordiendo y chupando, haciéndolo gemir muy suavemente, para luego meter mi mano dentro de sus pantalones y bóxers, sintiendo su dureza palpitar contra mi mano. 

— No actúes como si no estuvieras muriéndote por follarme, Freddie. Un par de besos más y estarías estallando en tus pantalones. Qué hermosa vista sería esa...— susurré. 

El pelirrojo respiró hondo, mirándome con una amplia sonrisa, respiración errática y cabello revuelto. Inclinó la cabeza hacia atrás abriendo más la boca cuando lo acaricié y dejó escapar un encantador gemido ronco que envió estremecimientos directamente a mi clítoris. 

— ¡Jodeer! — susurró sin aliento, quitando mi mano de su miembro para desabotonar sus pantalones y liberar su gran erección. Agarró mis muslos y me acercó a él, dejándome sentir su punta contra mi humedad. Provocándome. — Querías que te follara y aquí me tienes, tan desesperado como siempre por estar dentro de ti...

WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora