Cap 13.-

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Alexia

Habían terminado las clases y Melissa llegó como desquiciada a contarme sobre la fiesta de Fabián a la que según ella era urgente asistiéramos por que sería en el salón más elegante de la ciudad, en la antigüedad supuestamente fue un palacio y ahora se utiliza como salón de fiestas, aun que es demasiado elevado el costo de la renta.
Acepte ir con Melissa a la fiesta por que Nicolás iría con Cris, estábamos en un local de renta de veintidós y disfraces por la temática de la fiesta.

—Alexia...¿Que opinas de este? — Melissa salió de vestidor mostrándome un vestido rojo, largo con detalles en negro se veía hermosa con el.

—Es perfecto...— hable emocionada y el dueño del local le acercó algunos antifaces negros de encaje, en lo que ella elegía su antifaz pase al mostrador, me probé un vestido que desde que lo vi en el maniquí llamó mucho mi atención color beige con detalles en dorado y encaje azul, lo ame en cuanto me lo vi puesto, salí del probador y ni siquiera pedí la opinión de Melissa, a mi me había encantado el vestido, el propietario me acercó unos antifaces en color oro y tome uno que tenía muchas piedras de fantasía.
Ya con los vestidos rentados y todo lo que necesitábamos nos dirigimos a casa a arreglarnos el cabello y darnos una manita de gato en el maquillaje, nos vestimos y bajamos, mi padre nos vio con la boca abierta mientras bajábamos las escaleras

—Wow, parecen unas princesas...— dijo guiñándonoslo un ojo— vamos que su carroza espera señoritas— salimos de casa y nos subimos al auto de mi padre 15 minutos después habíamos llegado al salón. —Alexia, me llamas cuando quieras que venga por ustedes— asentí y me despedí de él.

—No puedo creer que Nicolás prefiere a Cris antes que a ti— dijo Melissa mientras se ponía su antifaz.

—No importa Mel, igual cada uno necesitamos nuestro espacio— le sonreí y me coloque mi antifaz.

—¡Hermana!— gritó una chica y se acercó a nosotras, cuando estuvo lo suficientemente cerca la reconocí.

—Paola... ¿Que haces aquí?— dijo Melissa mientras la esquivaba.

—Vine a la fiesta, Fabián es uno de mis mejores amigos y me invitó , ¿Como me veo? — dio una vuelta, llevaba un vestido dorado con pedrería incrustada y un antifaz de metal dorado.

—Horrible...— le contestó Mel

—¡Gracias! Tu siempre tan linda— sonrió— me voy, tengo una cita, nos vemos — se alejo.

—¿Como la soportas? — pregunte

—No tengo idea, creo que me estoy acostumbrando a su presencia— caminamos hasta la entrada del salón.

—¿No se suponía que viviría con su padre?

—Si... se suponía que en cuanto volvieran de la luna de miel, pero sigue en mi casa.

Entramos al salón y de verdad todo se veía espectacular, si no fuera por el DJ que tocaba podría decir que en verdad te sentías como en una fiesta de un reino, parecía como si en cualquier momento se fuese a presentar cenicienta o algo así.
Buscamos una mesa para sentarnos, estaban adornadas con grandes centros de mesas y algunas botellas de tequila las cuales Melissa no espero y las abrió para servirse un trago.
Estuvimos platicando un buen rato solas hasta que un chico alto invito a bailar a Melissa y ella como siempre me abandonó en la mesa era típico de ella, mientras ella bailaba yo me dirigí al baño, entre en un cubículo y me dispuse a hacer mis necesidades cuando un grupo de chicas entraron al área de lavamanos y espejo.

— Estas pastillas, harán que se sientan como en las nubes, de verdad que estarán bailando toda la noche sin descanso y podrán tomar el alcohol que quieran sin sentirse borrachas se los aseguro— reconocí la voz de Paola, quien la viera que tan "Fifi" que aparenta ser y vende droga.

El último besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora