Capitulo 13: Abre las piernas.

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HANNA

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HANNA

me había levantado por el horrible ruido de una licuadora y de gritos de " Dylan se está quemando tú desayuno ", aún estaba confundida por no saber dónde me encontraba pero al recordar la noche anterior me sentí con mucha pena y no sabía que cara dar.

¿Que le diría ahora a la familia de Ciara o con que cara los miraría mejor dicho?.

No quiero dar lastima.

Mire hacia el lado donde Ciara dormía pero no había rastro de ella, solo estaba su almohada siendo remplazada por su cuerpo y la sábana siendo tapada por esta.
Siempre eh tenido esa curiosidad de saber cómo se sentiría despertar al lado de Ciara y poder estar juntas mientras nos dábamos mimos o algo parecido a eso.

Tome fuerza de voluntad y me senté en la cama para poder despertar por completo e ir a la cocina por algo de tomar ya que mi boca estaba seca por no beber agua.

—Pensé que dormirías hasta más tarde—me sobresalte al escuchar la voz de Ciara que prevenía desde mis espaldas.

—No pude descansar por los ruidos de la cocina—la mire de reojo mientras una sonrisa de lado se formaba en mi rostro.

Ciara asintió y se acercó a mi a pasos lentos para después sentarse a mi lado.—Perdona por esos ruidos—dejo un beso en mi mejilla—Hanna prométeme que hoy por lo menos desayunarás.

Lo sabía.

Suspire—No tengo hambre—mire su rostro el cual estaba algo neutro y al ver que la miraba me dio una pequeña sonrisa—pero haré el intento.

—Bien—su brazo paso por mis hombros  y me jalo hacia ella dejando varios besos en mi cabeza

Empecé a reír por las pequeñas cosquillas que Ciara provocaba hasta que escuche como la puerta era abierta y de esta entraba Dylan con una bandeja llena de comida así como en las películas.

Me causa gracia ver cómo intentaba controlar que las cosas no se cayeran, su cara de concentración era tierna y cuando por fin puedo acercarse a la mesita de noche y dejar las cosas soltó un gran suspiro.

—Dios se me hizo una eternidad llegar aqui—pasó una mano por su frente como si secara el sudor el cual no existía pero a él le gustan exagerar las cosas—Buenos días cuñada.

—Buenos días Dylan—le dedique una sonrisa y él me la devolvió.

Ciara bufo y se levantó mirando a Dylan con mala gana—Acordamos que yo le iba a traer el desayuno.

Y aquí vamos otra vez.

—Eres muy lenta—Dylan se burlo pero recibió un golpe por parte de Ciara en el brazo —oye que agresiva te has vuelto.

—Y no sabes de lo que soy capaz—miro mi bandeja y pude ver cómo su cara se ponía pálida —de donde sacaste ese frasco?—pregunto caminando y tomando el frasco de pastillas que no pude percibir de que pastillas se trataban ya qué los guardo con rapidez en su abrigo.

Anillos y mentiras © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora