Capítulo 2

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-Estoy cansada- expresa la pelinegra

-Es normal, hace mucho que no entrenas- le responde su amiga

-Si debe entrenar para su investigación es porque se infiltrará en una banda de matones- se burla Ben esperando sonrisas como respuesta, pero sólo se escucha el eco del silencio y las miradas cómplices de las dos mujeres – ¿De verdad te vas a infiltrar en una banda de matones?- pregunta aquel, quien lleva a su pequeña copia en brazos, mientras Mía lleva de la mano a la pequeña Liv y ésta a su vez toma de la otra mano a la tía Kaori.

-No... no exactamente- responde titubeando la aludida.

-Si es así, ya entiendo el porqué Mía ha estado tan preocupada, no deberías exponerte de esa forma- asegura el de cabello oscuro.

-No me estoy exponiendo, sólo me insertaré en el corazón de un grupo de hombres, para averiguar más sobre ellos, y tener una visión diferente, desde adentro de una problemática que afecta especialmente a una parte de la ciudad.

-Entonces sí es peligroso y sí te estás exponiendo- asegura el hombre y suspira –Conociéndote, sé que si has decidido hacerlo nadie podrá cambiarte de opinión, ni siquiera Mía, pero, espero que puedas manejar las situaciones que se te presenten y si ves algún riesgo salgas rápidamente o solicites ayuda, no olvides que puedes contar con nosotros siempre- mira a su esposa quien le devuelve la mirada con los ojos aguados ante las palabras que él le destina a su mejor amiga y hermana, sintiéndose muy agradecida de contar con alguien como Ben.

-Lo sé, pero creo que ustedes están exagerando, de verdad, yo estaré bien y así como le dije a mi bella hermana jirafa, si veo algún peligro prometo salir corriendo más rápido que.... ¿cuál es el animal más rápido? – le pregunta a Mía

-Creo que el guepardo- responde la aludida

-Sí, saldré más rápido que un guepardo a punto de ser cazado

-Ellos son los que cazan- afirma Ben

-Entonces seré más rápida que un guepardo a punto de cazar- recompone sus palabras

-No sé por qué pero me parece que en este caso tú no serías el guepardo sino la presa- expresa él.

-No exageres, aunque sea pequeña

-Un minion- dice la pelirroja saliendo de su mutismo para bromear con su amiga, quien entrecierra los ojos al escuchar como siempre la llama haciéndola sentir como una tachuela de piso.

-Como decía- retoma sus palabras- aunque sea pequeña de estatura, no significa que sea una presa fácil, porque hasta donde sé, hasta un ratón puede escapar de un gato con su rapidez, así que no se trata tan sólo de fuerza, sino que también están involucradas la astucia y la perspicacia- levanta las cejas repetidamente

-Espero que no haya animales salvajes en ese lugar y que si los hay tengan problemas de cadera y no puedan correr tras de ti- asegura la pelirroja siguiendo con las bromas hacia su amiga.

-¡Ay ya!- eleva la voz la pelinegra –tal parece que me fuera a introducir en una selva, ni que me fuera a encontrar con un león que quisiera comerme, ¿desde cuándo toda esta conversación se convirtió en las destrezas cazadoras de los animales felinos?- preguntó molesta y tanto Mía como Ben rieron a carcajadas, llamando la atención de la pequeña Liv quien estaba distraída mirando el cordón desatado de su zapato.

-¿Tía rí, vas a traerme un gatito?- Ante las inocentes palabras de la niña hacia su tía, no pudieron evitar el reír más, incluso Kaori se doblegó ante la pequeña y le sonrío amablemente

Chico o chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora