Capítulo 25

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León estaba realmente furioso, tanto, que una vena en su frente había resaltado y parecía dispuesta a explotar en cualquier momento, había golpeado varias veces la pared de su oficina y como evidencia, aquella lucía varios agujeros como parte de la decoración.

Trash y Kei había sido secuestrados en la noche y al enterarse había ordenado buscarlos, incluso él mismo encabezó al grupo que se dirigía al territorio de Calle 20, dispuesto a recuperarlos de cualquier forma, aunque la única que se le ocurría era la violencia, porque no sólo se habían atrevido a irrespetar su territorio, secuestrado a uno de sus hombres, sino que también habían tomado al chico objeto de su deseo y de sus preocupaciones. Pensar en que algo malo le sucediera a Trash le molestaba, él había sido siempre leal y era una buena persona, incluso demasiado buena para pertenecer a una banda, pero el pensar en que le hicieran algo a Kei era otro asunto, aquello no sólo lo molestaba, sino que le preocupaba, lo llenaba de ansiedad, le inquietaba y angustiaba, todo al mismo tiempo.

En ese momento sabía con certeza que Kei no era alguien más y no importaba que fuera un chico, a él le gustaba, le interesaba y quería protegerlo como a nadie más antes. Podría acabar con la vida de quien tan sólo se atreviera a tocar uno de sus oscuros cabellos.

Sin embargo, la inserción en el territorio fue infructuosa, incluso antes de llegar al sector uno de sus hombres infiltrados en la otra zona le informó que Trash y Kei habían escapado y ahora estaban siendo buscados por todos los hombres de esa banda.

León ordenó a sus hombres hacer un verdadero desastre para llamar la atención del otro líder Bradly, aquel no podría ignorarlo, así fue como sus hombres empezaron a romper vidrios, a hacer grafitis y a golpear a cuanto hombre del otro bando encontraban.

Después de un rato, el mismo Bradly se aproximó para hablar con él, no era un hombre al cual se pudiera respetar, era traicionero y despreciable, y sabía que desde hace mucho tiempo planeaba matarlo para hacerse a todo el territorio, pero aun así también sabía cuál era su punto débil y sabía cómo mostrar sus falencias como líder y eso fue lo que hizo, habló largo tiempo con él, aunque lo más propio sería decir que lo había amenazado sin contemplación, dejándole ver lo realmente vulnerable que era y éste entre soplidos y gruñidos había aceptado ayudar a la búsqueda de los hombres y entregarlos sano y salvos.

Después de llegar a aquel acuerdo, vio cómo se acercó a Luke, quien los observaba siempre atento, sin tratar de disimular el odio que sentía, porque sus planes no habían sido satisfactorios. Bradly le había propinado tal golpe a su propio hombre que lo había mandado al suelo y éste se había levantado limpiándose la sangre que brotaba del labio reventado y tratando de recoger algo del orgullo esparcido por el suelo.

Sin embargo, después de ello nadie había logrado encontrar a Trash ni a Kei, era como si se los hubiera tragado la tierra y estaba pensando en que había sido engañado y realmente habían sido lastimados, idea que le removía el estómago y le hacía arder en deseo intenso de venganza, así como cuando sus padres murieron en fuego cruzado entre bandas que se disputaban el territorio tiempo atrás y que le hizo prometerles sobre sus tumbas que él se encargaría de que cosas como esas no volvieran a suceder, así tuviera que convertirse en el hombre malo al que todos deban temer. Desde aquella promesa, no había vuelto a sonreír de forma sincera y ya nada lo asombraba, alegraba, entristecía o inmutaba, nada, hasta que llegó aquel chico inquieto y hermoso, que le desbarato su mundo.

Estaba decidido a salir nuevamente hacia el territorio, no había logrado dormir y aunque sus hombres también estaban dispersados por las calles, ninguno había logrado ubicarlos, así que se dirigiría a la misma casa de Bradly y de ahí no saldría hasta tener una respuesta satisfactoria y en caso tal de que los hubieran matado, saldría de ahí con la cabeza de Bradly y la de Luke.

Chico o chicaWhere stories live. Discover now