Warlock of the Magus World [ 6 Final ]

CAPÍTULO 1169:

Los magos eran una raza paciente. Como no podía lidiar con Leylin directamente en este momento, Distorted Shadow esperaría a un lado, recuperándose a plena capacidad. Si Leylin no aumentara su poder en ese momento, ¡tendría la oportunidad de vengarse!

......

Los plebeyos del plano material primario trataban a las existencias poderosas como los dioses y los magos como si salieran de un cuento de hadas. Independientemente de lo que hicieran personas tan poderosas, lo único que les importaba era ganar unos cuantos cobres más para el día siguiente. Solo querían pan para comer y cerveza para beber.

Doron era uno de esos plebeyos. Provenía de una línea de carpinteros, habiendo sido obligado a realizar el trabajo debido a sus antecedentes. Sin embargo, su herencia fue mediocre. De hecho, tenía que mantener los muebles del señor regional de forma gratuita algunas veces al año, incluidos los pesebres del granero. Ni siquiera le darían comida.

Claramente, los asuntos relacionados con dioses y demonios eran como las epopeyas que le cantaban los bardos. Tales eventos no tenían nada que ver con él, y escucharlos solo sería tratado como un pasatiempo.

Sin embargo, todo esto cambió un día. Al ver explotar la luna púrpura mientras formaba un mal de ojo, sintió que su vida tranquila había llegado a su fin.

La pérdida de la luz de la luna era algo menor; después de todo, la mayoría de las familias normales se iban a dormir temprano porque no podían pagar el aceite de sus lámparas. También había muchas estrellas en el cielo, por lo que realmente no afectó mucho la noche. La única excepción eran las damas a las que les encantaba admirar la luna con una copa de medianoche.

No, el tema importante era la revelación que provocó la destrucción de la luna. Ya sea que la luna se convirtiera en ese ojo o que el tejido aterradoramente grande se rompiera junto con la luna, esto era demasiado similar al trabajo de demonios y diablos...

"El final está cerca. Una existencia poderosa está a punto de destruir el mundo..." Algunos trovadores trastornados en la ciudad habían cambiado de su música de vals habitual, reemplazándola con una profecía solemne que hizo que el corazón de Doron se sintiera más pesado.

"Los dioses de arriba... tal vez estoy pensando demasiado. Debería ir a la iglesia con más frecuencia y pedirle ayuda al sacerdote Rockefeller..." Doron miró la cantidad de dinero en su bolsillo. Dentro había algunas monedas de cobre, que brillaban por lo gastadas que estaban. Los bordes también estaban muy dañados...

'Maldita Lady De Lise, debe haber conseguido que ese gordo cerdo suyo corte los cobres en los bordes...' Doron no pudo evitar quejarse cuando vio el escaso salario que recibió por un día entero de trabajo. Por supuesto, no se atrevería a refutar directamente a su empleador.

Habiendo sido testigo del extraño fenómeno hace unos días, el inquieto Doron estaba considerando hacer un viaje a la iglesia local, hacer una donación o algo así para poder pedir la protección del Señor.

El sistema de iglesia y estado gobernaba el Mundo de los Dioses. Con uno controlando la fe de la gente y el otro ejerciendo autoridad sobre sus vidas, los plebeyos más pobres aún le darían a uno de los dos todo lo que pudieran. Solo los primeros pueden haber sido voluntarios, pero igualmente explotaron a los plebeyos.

"¡Dorón!" Un silbido alegre sonó en la calle, "¿Terminaste con Lady De Lise?"

Doron estaba familiarizado con el dueño de esta voz, dándose la vuelta para mirar a un joven que vestía ropa anormalmente holgada. El joven pecoso se llamaba Mitch, y sus ojos parecían brillar con esplendor.

"¡Mitch! ¿No estabas trabajando en la Iglesia de la Magia? ¿Por qué has vuelto ahora? preguntó Doron sorprendido.

La ciudad en la que vivía Doron estaba bajo el control de un señor feudal, y el hombre había construido una iglesia para Ilmater en ella. Los miembros de la realeza favorecían mucho a este dios, deseando convertir a todos sus seguidores en sus adoradores.