Capítulo 16. Dejarlo

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-Venga ya, a este paso vamos a conseguir que tu hermano me odie aún más – dijo Nate riendo

-Ni que estuviéramos haciendo nada malo

-Dudo que le guste ver a su hermana fumar maría y liarse con el nuevo en medio del bosque

-Lo de fumar no puede decir nada, él también fuma. No maría pero fuma, y lo de liarnos que le den es mi vida y hago lo que quiera con quien quiera – dije para besarle


[Una semana antes]

-Hola preciosa – saludo Hugo cuando subí al coche

-Tenemos que hablar – dije seria

-Claro, ¿Qué pasa?

-No se si quiero seguir con esto

-¿Con qué?

-Con lo nuestro

-¿Qué ha pasado para que de la nada lo quieras dejar? Se te veía bien hace un par de días – dijo sin entender

-Quiero tener una buena relación con mi hermano, y dudo que vea bien que salga con alguien que me saca 4 años – dije como excusa

-Ahora te importa la edad – se estaba cabreando

-No es eso y lo sabes

-Sin embargo es el motivo por el que me dejas. No te dije nada cuando te tiraste al niñato del internado y ahora vas y me dejas por la edad y por querer llevarte bien con tu hermano. ¿Dónde quedo la chica a la que se la sudaba todo?

-Nunca dije que me tirase a nadie

-Y sin embargo lo hiciste, lo cual es peor porque lo tuve que descubrir yo por otros y no por ti – dijo hablando de más

-¿Qué has dicho? ¿Cómo qué descubrirlo por otros Hugo?

-No he querido decir eso – dijo al instante

-Me largo de aquí – dije para abrir la puerta pero tenía el seguro puesto – Hugo abre la puerta

-Antes vamos a acabar de hablar – dijo fríamente

-Eso ya paso, así que abre la puerta ahora mismo

-No, decido yo cuando acabamos de hablar. Hay otro tío verdad – dijo cogiéndome del brazo – uno de tú edad – rio

-No hay nadie que coño te pasa y suéltame me haces daño

-Pasa que mi novia me quiere dejar sin ningún motivo aparente. ¿Qué harías tú si fuera al revés?

-Tirarme a otro tío que quieres que te diga que lloraría toda la noche desconsolada, pues lo siento pero no soy de esas. Soy géminis cariño a mi nadie me rompe el corazón – dije soltándome – Y ahora abre la puerta sino quieres que llame a la policía

-Guau la niña se arriesgaría a que su no papi se entere que se escapa del internado – se burló

-Él no, pero mi hermano si – dije agachándome justo cuando el rompió con una roca el cristal de mi lado para luego abrir la puerta

-No te acerques de nuevo a mi – dije saliendo del coche mientras la hermanita de la caridad le mataba con la mirada

-Esto no se va a quedar así y lo sabes

-Vuelve a acercarte a mi hermana y te parto la cara hijo de puta – Iván le dio un puñetazo en la cara abriéndole una brecha en la ceja. Seguro que después le queda morado el ojo.


[ Más tarde en la habitación de Astrid ese mismo día]

-¿Te ha hecho daño? – se preocupo mirando donde Hugo antes me había cogido

-He pasado cosas peores – me encogí de hombros

-No te pregunte eso

-No es nada tranquilo, nada más un moratón. En una semana ya ni está

-¿Estas bien?

-Si estoy bien, a veces lo dije y era mentira pero está vez va enserio te lo prometo

-¿Es verdad que le dejaste por querer tener buena relación conmigo?

-Me cansé de la relación y si quiero que esto salga bien

-Quien lo diría, he podido derretir tu corazón de hielo – dijo para abrazarme – te quiero canija

-Yo también te quiero hermanita de la caridad

Después de el abrazo él dijo algo que me sacó una sonrisa

-¿Fumamos?

Astrid en el Laguna NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora