Extra: Cumpleaños

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Primero que nada, el libro ya está en Goodreads por si quieren calificarlo, me ayudaría si lo apoyan <3

Segundo, feliz San Valentín.

Tercero, si la están pasando solos, les regalo a Luka.

Cuarto (solo porque es lo último de SES) lean con atención sobre el pastel ;) Y FELICITEN A MAR

Cuarto (solo porque es lo último de SES) lean con atención sobre el pastel ;) Y FELICITEN A MAR

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Honne.

Por el cumpleaños de mi mujer, le concedí un regalo especial.

Invité a Nerea a hacer un trío.

De baile country, con letras de Taylora Suave.

No estaba segura de los movimientos que empezamos a dar sobre nuestra vida tan jóvenes, pero Mar es feliz. Así que estoy bien con eso.

Dejamos a Copito con James y Kalum, a Milo con Luka, a Luka con la supervisión de la hermana de nuestra representante.

Me sentía como esas madres que se ocupan de cada uno de sus hijos, a partir del primer año juntas me di cuenta que jamás tendría un San Valentín como los demás. Porque mis 14 comienzan de una manera peculiar.

—Estas son las mañanitas, que cantaba Astrohada —deslicé mis pies en el cuarto, con un gran pastel en las manos—. a las enanas bonitas, se las cantamos así.

—Dejame dormir jirafa estúpida.

—Yo también amanecí de buen humor, qué genial.

—¡Son las seis de la mañana, mi vida! Estoy cansada.

—Pff —dejé el pastel sobre la cama—. ¿Y yo tengo la culpa?

—¡Sí!

Ah, cierto.

—Me pasé, lo siento. Es que llevábamos un ver sin coincidir por las giras.

—No pasa nada —se sentó sobre las almohadas, su cabello enmarañado quedó esponjoso del sudor de ayer—. ¿Qué preparaste? —bajó la mirada, enrojeció.

No te rías, actúa con naturalidad, María.

—Honne, no me voy a comer eso. —señaló el pastel.

—Por favor, es lo que te comes todas las noches.

—¿Cómo mierda conseguiste que te hagan eso? —le metió un dedo—. gracias al universo no lo vio nadie.

—La verdad es que no se consigue, se lo pedí a una amiga que trabaja en una SexShop pero estudia repostería.

Mar suspiró, lamió la crema dulce de sus dedos, aún sin retirar su mirada juzgadora de mí.

—Ni siquiera me diste las gracias. —hice un puchero.

—Son las seis de la mañana —repitió—. me voy a arreglar así desayunamos, no quiero hacer ninguna fiesta que no sea pasar el día con amigos.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora