Hiren | Ryomen Sukuna || CANCELADA

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•No es tu culpa•

El auto se movía lentamente buscando al sospechoso, mientras dos miraban atentos en busca del estudiante uno estaba con la mirada perdida, pensamientos que no dejaban de inundar su mente, sobre aquel nombre que no paraba de repetirse apenas se despertó, el no poder decirle a nadie sobre el 'trato' que hizo con sukuna y el cómo esa maldición no dejaba de estar presente en su cabeza. Suspiro y miro hacia adelante.

-Allí esta-

-¿eh? ¿Ropa de calle?-

-al parecer lleva un tiempo sin asistir a clases-

-Bueno, podría decirse lo mismo de mi...oye ¿están bien los chicos?-

-Si claro, no te preocupes por ellos- Como si esa fuera su señal, el sirviente hablo.

-Están entrenando, que lastima~ quisiera verlos entrenar...-

-Ellos si no están viendo películas malas, como esas sangrientas que terminan aburriendo- Ambos, estudiante y sirviente sintieron un escalofrió recordando las películas –Y ¿Qué haremos?-

-Usaremos uno de esos- en las piernas del peli____ se encontraba una jaula de sellos con unas maldiciones menores

-¿Eh? Espíritus malditos.-

-Es un minúsculo, una maldición que ni llega a la categoría cuatro, cuando lleguemos a un lugar desierto, haremos que lo ataque- con eso, explico los posibles casos para ver si el estudiante podía ver o atacar a una maldición.

-Hay que aprenderlo-

-¿por la fuerza?-

-Por la fuerza- Respondieron ambos –En el peor de los casos puede ser un mal entendido-

-Si resulta ser eso como dice _____, luego pediremos perdón. Aunque...cuarto caso si su potencial supera a un hechicero de segunda clase, habrá que retirarse y pedir refuerzos a nanami-san-

-Creo poder contra oponentes de categoría dos, ______ también, creo.-

-Solo contra espíritus- Luego de una explicación, una que debieron decirle gojo o _____. El último había girado su rostro para no mirarlos

-¿y porque nunca me dijeron algo tan importante?-

-Se me olvido.- con una vergüenza que casi lo hace tartamudear. Cuando salieron del auto lo siguieron de nuevo. –Me preocupa kento-san, investiguemos a yoshino rápido-

-Parece que yo estoy haciendo todo el trabajo, que fastidio- recibiendo un zape por el sirviente

-Grosero-

•••

-Tenías razón yuuchan! Mierda, como se me escapa una maldición así!-

-Grosero!-

-No te ganes un golpe yuuji!-

-Te! Ahg!- se había caído intentando atrapar al espíritu y una mujer que había visto todo lo miro sorprendido al ver una funda de una espada – ¡Es juguetería! – y siguió la persecución de ese escurridizo, corrieron hasta llegar a unas casas. El sirviente de alguna manera se compartió de la estupidez del peli rosado y saltaron para atrapar al espíritu que hizo que se toparan con yoshino y...un gordo.

-Uy!- se había golpeado contra un poste en la parte de atrás de la cabeza mientras el sirviente había caído de lleno en la acera.

-Ay! Ay! Ay! Duele...Ay yuuchan!- se levantó con la característica sensación de golpe contra el suelo y fue a revisar al chico – ¿Te duele mucho? Que digo...- se acercó con total preocupación y le acaricio la cabeza –uuuy... te dejara un chichón...-