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Aveces se preguntaba si había hecho algo malo en la otra vida como para que la suya fuera horrible.

Naruto estaba pracicando para el siguiente año, aún faltaba mucho pero no era motivo para dejar las cosas al final. Escuchó alboroto fuera de su casa, él junto con su familia salieron para ver al ayudante y mano derecha del emperador, Ebisu.

-Pobladores de China- comenzó a anunciar desenrollando un pergamino -Se aproxima una guerra y el emperador ha proclamado que un varón de cada familia debe enlistarse en el ejército- comenzó a decir las familias para entregarles un pergamino con su llamada a la guerra. Naruto rezaba mentalmente que su familia no fuera anunciada -Familia Tamaki, Familia Fuu- lamentablemente quien sea a quien le estuviera rezando(Itachi XD), no lo escuchó -Familia Namizake-

Su padre fue en dirrección a tomar el pergamino pero Naruto se puso en el camino.

-Papá, no puedes!- su miedo era evidente, su padre al ser el único varón de la familia debía ir, y su padre no estaba en condiciones de pelear (por no decir que Minato esta viejo, no puedo imaginar a Minato usando baston o con barba blanca. JA! Minato modo sabio XD) sería presa fácil del enemigo y no duraría ni el primer combate.

Ebisu funció el ceño y miró al doncel con desaprobación -Debe educar a su hijo doncel, tiene pésima educación-

Minato reprendió con la mirada a su hijo y tomó el pergamino -Será un honor para mí salvar a China una vez más-

-Así será Relámpago Amarillo- Minato en su tiempo de esplendor fue reconocido por ser el mejor soldado en su tiempo, una de sus grandes hazañas fue derrotar a 100 hombres a puño limpio. No fue hasta que conoció al amor de su vida y ahora esposa Kushina Uzumaki para dejar de lado las guerras y dedicarse a formar una familia.

Naruto no pudo decir nada, la mirada de su padre le hizo callar cualquier cosa que pensaba decirle. Se preocupó en silencio, ahora veía como su padre caminaba apoyado de su bastón junto a su familia volvían a casa, los siguió en silencio y con la mirada baja. No entendía porque su padre tenía que ir, él ya hizo servicio a China, ya formó una familia y ahora quieren que muera. Si solo hubiera nacido varón.


Siguió practicando un poco con el té por órdenes de su abuela, caminaba por los pasillos de su casa con la tetera recién hervida, casi derramaba el té en varias ocasiones. Pasó por una habitación ligeramente abierta y vio a su padre frente a su armadura. Dejó su bastón de lado y tomó su espada, hizo unos movimientos al aire y se lastimó un poco la espalda. Naruto pensaba ir en ayudarle pero sabía que su padre no lo permitiría. Se alejó de la puerta con té en mano para encontrar una solución.


Sabía que era arriesgado pero no encontraba solución para que su padre se salvara. Por la noche cuando todos estaban dormidos, tomó la espada de su padre y cortó una parte de su cabello y se peinó con el típico estilo de los hombres. Se puso la armadura de su padre que ocultaba cualquier rasgo de doncel que poseía. Entró a la habitación de sus padres para tomar el pergamino y dejó allí el broche blanco con flores que había usado en su prueba fallida.



-No está!!! Naruto no está!!!- la abuela entró gritando a la recámara de la pareja con la terrible noticia de la desaparición de su nieto. Buscando por todos lados, su armadura, el caballo, su espada, y sobre todo el pergamino junto con su hijo habían desaparecido.

-Qué haremos?- preguntó la pelirroja a su marido que observaba entre sus manos el broche de su hijo. La opción lógica era ir por su hijo, pero había altas posibilidades de que todo terminara con la muerte de su unigenito.

-Rezaremos a nuestros antepasados que cuiden a nuestro hijo y que regrese a salvo a casa-

Mulan/NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora