What's your name?

XVIII. Eran compañeros de cuarto

"¡Lo has PERDIDO!"

"¡Chuuya! Lo PROMETISTE!"

"¡No creí que fueras a pasarte de la raya! Pensé que solo querías una FOTO!"

"¡Sí! ¡Pero tienes que hacer la expresión correcta! ¿Cómo se supone que esto me va a durar todo un AÑO?"

Empacar con Dazai para la universidad ha sido un desastre. Chuuya está sentado de rodillas en la cama de Dazai, mirando a su novio con las manos en las caderas. Dazai se va a Kioto el fin de semana, y no ha estado exactamente feliz con la mudanza, pero... Ahora está casi loco.

"Mira, te dije que podías hacerme una foto—"

"—pero no sé qué más quieres de mí. Llevo puesta la camiseta—" hace un gesto hacia la prenda que cuelga hasta la mitad de sus muslos, levanta un dedo, "estoy sonriendo—" levanta otro dedo.

"—Estabas sonriendo—"

"Y—"

Chuuya levanta un tercer dedo, "—¡Tienes una cámara! Eso es todo lo que necesitas para hacer la maldita foto".

"No, Chuuya, no—" Dazai hace un mohín. "No estás mirando esto desde el ángulo correcto".

"¡¿Qué ángulo debo—?!"

"¡Imagínate que estoy en la universidad, que estoy conociendo gente nueva, y que me preguntan —Dazai-san, un hijo de puta tan guapo como tú debe tener una novia adorable esperando en casa—!"

"—¡Pero NO la tienes!—"

"—y entonces digo: '¡Ah, tengo a mi Chuuya-chan!'"

Chuuya se sonroja. "¡Cuándo me has llamado chan—!"

"Y ENTONCES saco mi billetera—"

"—¡Pensé que solo ibas a poner esto en Instagram!"

"Y tengo una foto del hombre más guapo del mundo, mirando a la cámara con una expresión entrañable, mordiéndose el labio, quizá un poco de rubor no le vendría mal—"

"—Esto se complica cada vez más—"

"Y luego todos se inclinan ante mí con celos, porque todos pueden ver que he robado el mejor novio del mundo para mí solo—"

"¡Dazai, cállate—!"

"O...", sonríe Dazai, tamborileando sus dedos contra la cámara siniestramente. "Podrías tener una rival"

"¡¿Una qué?!"

"Una hermosa universitaria que intente robar mi corazón—"

"—¡Esto no es un shoujo, Dazai—!"

"¡Y cuando saco esta foto, sus esperanzas y sueños se ven aplastados porque sabe que no puede competir!"

Chuuya hace una pausa. Dazai recupera el aliento.

Oh, Dios mío.

Él está pensando en ello.

Chuuya se levanta para juguetear con su cabello, inseguro, sus mejillas se tornan un poco rosadas ante la idea de que alguien intente arrebatarle a Dazai, y él ni siquiera esté allí para impedirlo, y —se muerde el labio—.