Capítulo 54: Wen Ning

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Wei Wuxian abrió los ojos con mucha dificultad cuando sintió que alguien le tocaba el hombro. Durante unos segundos, justo antes de que sus ojos se enfocaran, pensó que había sido Jiang Yanli quien le había despertado porque una vez más se había quedado dormido y llegaba tarde al entrenamiento de los jóvenes discípulos. El toque era suave y cuidadoso; no podía ser otra persona.

Sin embargo, cuando su vista se aclaró de nuevo, todo lo que pudo ver fueron túnicas rojas y una cara desconocida. Inmediatamente recordó dónde estaba y lo que había sucedido. No sabía cuánto tiempo había estado fuera de sí, luchando contra la energía resentida que había estado tratando de tomar el control sobre él. Pero sabía que había ganado esa lucha, al menos por ahora. No es que no sintiera el resentimiento royendo sus defensas, pero tenía la cabeza despejada.

Se apartó del toque desconocido, alarmado y por fin plenamente consciente. El movimiento le recordó aún más fuerte todo lo que le estaba tirando de las heridas. Su corazón se sentía apesadumbrado, aunque su propia alma se alegraba de haber salvado a su familia, que seguramente ya estaba de vuelta en el campamento principal de la campaña, siendo atendida y a salvo.

Sus ojos se desviaron hacia su próxima misión, el hierro Yin que seguía flotando perezosamente en el aire sobre el altar. No le molestaba nada, era demasiado peligroso para dejarlo solo y a la vez demasiado poderoso para destruirlo por medios normales.

Wei Wuxian soltó una pequeña risa, sólo un sonido entrecortado sin ninguna risa real detrás. Sí, destruirlo parecía totalmente imposible. Y hacer lo imposible era el fuerte de Wei Wuxian, podía hacerlo; tenía que hacerlo. Ahora sólo era cuestión de encontrar la manera.

No podía saber cuánto tiempo llevaba ya allí. ¿Acaso era demasiado tarde para ayudar a las fuerzas aliadas en el asedio final de Ciudad Sin Noche? No, no podía ser, no podían estar todos muertos. Simplemente no podían, se negaba a creer otra cosa que no fuera que todos sus amigos y familiares seguían vivos y sanos. Si sucumbía a la desesperación ahora, sabía que nunca más sería capaz de levantarse.

Tenía que seguir con su misión inmediatamente, ahora, cuando aún le quedaban fuerzas para resistir la voluntad del hierro Yin y el valor suficiente para seguir adelante.

"Joven Maestro Wei, ¿está bien?"

Wei Wuxian se estremeció de nuevo y sus ojos se dirigieron a la persona que estaba en la habitación con él. Se había olvidado de ellos hasta este momento. Llevaban ropas rojas de la secta Qishan Wen, así que debían ser enemigos. Sin embargo, ¿por qué su tacto era tan suave y relajante? Probablemente ningún soldado de la secta Qishan Wen sería tan cuidadoso al despertarlo. ¿Era acaso un sirviente? La esperanza floreció en las entrañas de Wei Wuxian, ¿acaso estaba recibiendo algo de comida por fin? No recordaba la última vez que tuvo algo para llenar su estómago vacío.

La comprensión de la identidad del otro sólo llegó un segundo después, cuando por fin se concentró completamente en el rostro de la persona. ¡Era realmente Wen Ning! El tímido discípulo de la secta Qishan Wen al que Wei Wuxian sólo había visto un par de veces, concretamente durante sus breves estudios en Receso de las Nubes y luego en el adoctrinamiento celebrado en Ciudad Sin Noche. ¿Qué estaba haciendo aquí? No, eso no era cierto, este era el territorio de su secta, su presencia aquí tenía sentido.

Lo que más sorprendía a Wei Wuxian era la razón por la que estaba aquí, en este lugar en el que el hierro Yin podría abrumarlo con mucha facilidad y convertirlo en una marioneta sin sentido o en una criatura directamente resentida. ¿Por qué se arriesgaba tanto? ¿O le había ordenado venir aquí Wen Ruohan? La ira brotó en la mente de Wei Wuxian al pensar en ello.

Sin embargo, fue rápidamente apagada por el tartamudo susurro de Wen Ning: "Joven Maestro Wei, por favor no se preocupe, soy yo. He venido a decirle que su familia ha vuelto al campamento sin problemas. Les he informado de que también estás vivo".

El discípulo de la secta Qishan Wen extendió su mano y había algo escondido en su palma, era un pequeño bollo de carne al vapor. Lo metió dentro de la jaula y lo escondió bajo un trozo de la túnica de Wei Wuxian. Luego agitó un poco el brazo y una pequeña botella apareció deslizándose de su manga. Wei Wuxian la reconoció, ya había recibido una similar cuando Wen Ning vino a salvarle en las mazmorras durante el adoctrinamiento. Si no se equivocaba, había una medicina dentro.

"Sólo puedo ayudarlo así ahora. Lo siento, sé que no es mucho, traeré más luego. Se supone que no debo venir aquí, así que tendré que volver ahora. Por favor, aguante un poco más. Hay un asedio planeado en sólo dos días. Lo ayudaré a escapar entonces".

Antes de que Wei Wuxian pudiera agradecerle o preguntarle de dónde había sacado esa información, Wen Ning ya estaba de pie y caminando rápidamente hacia la puerta. Se escabulló, cerrando la puerta tras de sí sin hacer ruido y Wei Wuxian volvió a estar solo.

Aunque la visita había sido corta, le había ayudado enormemente. Ya no estaba desesperado; sabía que su familia estaba bien y que no había perdido el tiempo para el asedio final, aún podía hacer que todo funcionara. Todavía había esperanza.

Miró a su alrededor con un poco de dificultad, su cuerpo seguía negándose a obedecerle correctamente incluso después de todo el tiempo que había pasado inconsciente. Cuando determinó que en realidad no había nadie en la habitación con él, rodó hacia un lado y expuso sus dos inapreciables tesoros. Sólo necesitó tres bocados para terminar el bollo al vapor. Era una de las mejores comidas que había probado.

Tomó varias píldoras del frasco que le había dado Wen Ning. Sabía que la medicina fortificante para espíritus no tendría mucho efecto en él, puesto que ya no tenía un núcleo dorado, pero aún así esperaba que le ayudara al menos un poco, aunque sólo fuera para agudizar su mente y poder resistir mejor la energía resentida.

Empezó a respirar profundamente, preparándose para estudiar por fin el hierro Yin y, con suerte, encontrar una solución para ayudar a las fuerzas aliadas y destruirlo. Mientras se armaba de valor, pensaba.

¿Podría ser Wen Ning el espía del que les había hablado Nie Huaisang? Había dicho que tenía un hombre dentro y que por eso recibía información desde dentro. Les había salvado más de una vez. Pero a Wei Wuxian le costaba imaginar que el tímido, tartamudo y amable discípulo de la secta Qishan Wen fuera un espía astuto. Por otra parte, eran las cosas más inesperados las que solían dar la sorpresa.

Tuvo que sonreír, era bueno saber que tenía al menos un aliado en Ciudad Sin Noche. Si Wen Ning volvía, incluso podría darle un mensaje para Nie Huaisang. Tenía que hacerle saber que estaba trabajando en la destrucción del hierro Yin, pero que probablemente no lo lograría antes del asedio.

¡No! No podía hacer eso, se dio cuenta al segundo siguiente. El asedio no podía posponerse sólo por su incapacidad e inutilidad. Prolongar la lucha costaría demasiado a las fuerzas aliadas, se perderían muchas vidas y quizás le daría más tiempo a Wen Ruohan para prepararse y podrían perder al final. No, sólo había un camino, tenía que prevalecer.

Todavía era uno de los miembros de la secta Yunmeng Jiang, y el lema que siempre había seguido era intentar lo imposible. Y eso era justo lo que tenía que hacer. Abrió los ojos y fijó el hierro Yin que aún flotaba en el aire sin ningún sustento visible. Se concentró en la energía resentida que le rodeaba, conociéndola mejor, estudiándola e intentando llegar a su origen.

Estaba decidido y esperaba que su determinación fuera suficiente para que tuviera éxito en su tarea antes de que fuera demasiado tarde.

El significado de protegerte con mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora