As The Lights Go Down (TWC Kaulitz)

Capítulo 20

- ¡Reinstoff! – chilló el pelinegro alarmado – Es uno de los restaurantes más caros de Berlín, Tom

- Y uno de los mejores para celebrar una ocasión tan especial como esta – sonrió el mayor

Ambos bajaron del auto y entraron al lugar, un hombre recibió a Tom como si fueran grande amigos y les pidió que les siguiera.

- No creas que comeremos con los plebeyos – bromeó Tom – He pedido que nos reservaran un lugar especial

El hombre les hizo subir al segundo piso del restaurante y les llevó hasta una hermosa terraza que estaba decorada con rosas rojas y velas doradas, tenía una sola mesa redonda con un mantel impecablemente blanco, cubertería de plata y copas, en el centro de esta había un jarrón de vidrio con agua y velas flotantes dentro. También se dejaba escuchar una suave música, pero lo que más deslumbró al menor fue la gran vista que tenían de la gran ciudad.

- Como ves he reservado es lugar para que no nos molesten – dijo Tom ofreciéndole una de las sillas al menor – Espero que no te moleste comer al aire libre

- Todo esto es de ensueño, Tom – suspiró el moreno tomando asiento – Definitivamente, sabes dar sorpresas

El mayor sonrió triunfante y tomó asiento frente a su hermano, pronto llegó el mesero con las cartillas, también sirvió una entrada cortesía de la casa y llenó las copas con agua y champagne.

- ¿Vienes aquí a menudo? – preguntó el menor al ver la gran atención que le daban a su gemelo

- Mmm, a veces – respondió Tom – Es el lugar favorito de David para hacer reuniones y cosas así, por cierto, los chicos te envían buenos deseos de cumpleaños, excepto Brandon

- ¿En serio? – preguntó Bill con una sonrisa

- Sí, dijeron que te darán el regalo de cumpleaños el viernes – comentó el mayor dándole el primer bocado a su entrada

- ¿El viernes? – preguntó confundido

- Oh, cierto, olvidé decírtelo – dijo saboreando su comida – Todos los años celebramos los cumpleaños haciendo una fiesta en la casa del homenajeado, este año pospusimos la mía porque sabían que quería celebrar solo contigo

El pelinegro se sonrojó ante ese comentario y sintió mariposas en el estómago, últimamente se había sentido así en cada momento con él, lo cual lo confundía y lo hacía sentir mal por reaccionar de esa manera ante las acciones de su hermano, pero no podía evitarlo por más que intentara convencerse de que estaba mal y es que Tom tampoco ayudaba al comportarse tan tiernamente con él.

Ordenaron sus platillos y siguieron conversando de lo primero que se les viniera a la mente, desde travesuras que realizaron cuando eran niños hasta la adolescencia. Pasaron unos quince minutos y el hombre volvía con la comida de ambos y antes de empezar a comer, hicieron un brindis por ellos mismos.

- Por un año más de vida, de sueños y de éxitos – sonrió Tom con la copa en alto

- Por un año de nuevas bendiciones y por poder estar juntos en este día tan especial – agregó el pelinegro

- ¡Salud! – dijeron ambos al unísono

Comenzaron a comer y reanudaron su entretenida charla. Conversaban de todo lo que había pasado en el tiempo que estuvieron separados. Bill, quién había resultado ser todo un rompecorazones en el colegio, le contó a Tom sobre cuántos novios había tenido antes de que sentara cabeza. El mayor no podía creer lo que escuchaba, creía que su hermano era un poco más tranquilo que él, pero se equivocaba. Luego de eso, el moreno pidió que le hablara sobre cómo había vivido durante el tiempo que no estuvo en casa y tampoco era famoso. Nunca había hablado de eso en televisión.