3

77 11 46
                                    

Maratón 1/2

— Aun no puedo creer que tu abuela no tenga códigos. —ríe Quinn del otro lado de la línea.

— No creí que aparecería justamente él. —recorro las camisetas colgadas en mi armario con una mano intentando decidir cuál usar durante la misión Pollo Frito – el abuelo Gibson le dio ese nombre cuando por accidente nos escuchó hablando de ello en nuestro cuarto. –Dijo que teniendo algo tan común como "nombre oficial" nos facilitaría el poder hablar sobre nuestros planes en voz alta y nadie sospecharía. Aunque también lo dijo porque tenía hambre de pollo frito. — Y cuando Cat lo vio casi pude escuchar un grito interno.

— Agradece que no fue Jaxon.

— Como si a Jaxon se le diera por trabajar en una tienducha de libros. —Niego. Lanzo una camiseta negra con el logo de una banda antigua que no conozco y que Gibson compró de una gasolinera para mí. De todas formas Cat debe ser quien llame la atención, no yo— Ese día la luna se convertirá en queso.

— Deberías darle una oportunidad. —Dice luego de soltar una risa— Beck no parece un mal chico.

— Suenas a mi abuela. —me quejo intentando no levantar la voz. Sé que la abuela se encuentra en la sala ahora.

— Dios me libre, —dice— aunque... ¿crees que haya algo detrás de todo esto? —suelto un sonido de mi garganta. Eso mismo fue lo que deduje anoche antes de dormir.

— Pensé que nunca lo preguntarías, —me paro erguida— mi teoría es que Jaxon quiere un vigilante.

— ¿Espiar a Cat? —Otra risa se escapa de su boca— ¿Crees que lo haría?

— Jaxon es capaz de cualquier cosa, después de lo que pasó en la fiesta me sorprendió que no haya levantando un ataque contra nosotras.

— Tal vez haya madurado, —un sonido ahogado se escucha en la línea— no eso es imposible. En ese caso, no le des material para nada, —comenta seria— ignóralo y ya.

— No puedes simplemente ignorar a Beck. —paso una mano por mis ojos.

— Lo sé, —ríe— es muy lindo. —frunzo el ceño.

— Me refería a molesto.

— También. —Hace una pequeña pausa— Escucha, sólo intenta no hacer lo que siempre haces cuando estás nerviosa.

— Y eso es...

— Hablar de más. Ya sabes, cuando estás estresada sueltas la lengua y por poco no admites que puedes eructar el estribillo de I believe I can fly de una sola vez. —suelto una carcajada recordando que una noche de borrachera casi subo al escenario del club para anunciar mi concierto de eructos.

— No pienso darle algo con que pueda fastidiarme. —respondo indignada. Unas voces se oyen en el fondo y Quinn contesta algo.

— Tengo que irme, —suspira— no hagas estupideces.

— No puedes pedirme algo tan difícil. —juego con un hilo suelto de la sábana.

— Y con respecto a lo de Cat, —sé que no está tan de acuerdo con mi plan de conseguirle un chico teniendo como objetivo molestar a Jaxon— ten cuidado, forzar algo no siempre es bueno, aunque me gustaría ver cómo le das a Jaxon una probada de su propia mierda.

— Lo sé, voz de la razón, —murmuro— es por eso que te necesito, sin ti soy una catástrofe sin dirección.

— Iré para el cumpleaños de mamá en dos semanas, —como si eso fuese a solucionarlo todo— sólo espero que para entonces no lo destruyas todo.

El valor de X ✔Where stories live. Discover now