12 Capítulo: 4:20

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Esa misma noche la "familia" se reunía en la mesa a comer, cuando Mirai apareció en escena, traía consigo aquella...muñeca, su sonrisa era tan brillante que la sala misma se llenó de una calidez indesifrable.

- Ya veo, así que ella debe ser Ochako - Dijo Yu al ver la muñeca de mejillas rosadas.

- Sip ¡A que es bonita!

- Mirai, deja esa muñeca en algún otro lugar, vamos a comer - Dijo Camil cortando la carne.

Katsuki asintió.

Y Mirai se levantó para dejar a Ochako en la sala.

- Oh vamos, mamá conservaba muñecas aún más aterradoras...más conociendo sus componentes - Ambos hermanos adultos temblaron en su lugar.

- La cosa es que...Chisaki, un subordinado mío, tiene la misma afición que mamá, con la diferencia que mamá le gustaba dejarlas en un estado natural y Chisaki se esfuerza en hacerlas hermosas y pulcras, como...

- Muñecas de porcelana - contempló la hermana mayor.

Camil todo ese tiempo se limitó a ignorarlos.

[...]

Mientras Camil se mantenía ocupada con lo de la vida, Mirai y su hermana, empacaban para un "lugar que les haría bien"

- ¿Nos dejaras en un sanatorio? - Preguntó consernsda la mujer - Para dicho caso, mejor devuélveme a Francia y me llevo a Mirai, no interrumpir emos tu boda.

Mirai bajo la mirada.

- ¿Ya estaban enteradas? - Preguntó sorprendido.

- ¿Tu esposa puede mantener la boca cerrada? - Mirai bajo más la cabeza mientras que Yu gruñía molesta - Respeto la decisión de nuestra madre, pero esa mujer no me gusta nada.

- A mí tampoco - Dijo alfin Katsuki - Pero no hay mucho que pueda hacer, si declinó la oferta de casarme, el padre de Camil... - Ambos adultos vieron a la niña - Haría una pelea - Aclaro su garganta - Y si termino con ella, habrán muchos más problemas..pues no hay una razón real.

- Entonces ¿No puedes solo decirle que no la quieres? - Preguntó inocente la infante.

- No puedo hacer eso Mirai, no sin una escusa como "hay, es que he enamorado de alguien más" o algo ridículo por el estilo - Katsuki suspiró.

Subieron al auto en silencio y Katsuki coneucio, Mirai veía por la ventana y Yu le daba tragos pequeños, como probadas, a una botella que escondía entre sus pechos.

Una vez llegaron a cierto barrio, Mirai sonrió, con suerte veía a Izuku por allí.

Con mucha suerte, ese sería el lugar donde se quedarían.

Que afortunada era esta Mirai, pararon frente a él edificio del peliverde y allí los esperaba el chico con una amable sonrisa.

- Señor Katsuki, señorita Yu y Mirai-chan, me alegra verlos.

- Izuku - Dijo la niña a modo de saludo con una sonrisa amable.

- Entonces ¿Ellas estarán bien? - Preguntó el rubio.

- Sip, este es un espacio libre en el que ellas pueden expresarse como gusten, no se preocupe, cuidare bien de sus hermanas - Dijo Izuku con una sonrisa que lo dejo paralizado.

- Está bien entonces.

[...]

Ambas mujeres estaban instaladas en aquel cuarto, Yu se sentía incomoda, pues nunca había estado en un cuarto tan pequeño, ni nunca lo había compartido con Mirai...mucho menos aquella extraña que se la pasaba todo el tiempo pegada a un libro.

CUANDO LAS AMAPOLAS MUEREN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora