ESTUDIANDO A ELOISE

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Helou flores!!!! Espero que estéis disfrutando de la historia porque nos vamos a meter de lleno en las intrigas palaciegas???

Dejadme en los comentarios, quién creéis que es el malvado en esta historia? Será solo uno? Habrá varios?

Pd: esta semana si o si os subo el POV de Alexandre a mis redes!!! Estad atentas!

Pd: esta semana si o si os subo el POV de Alexandre a mis redes!!! Estad atentas!

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—Perfectamente —admití con el rostro neutro—. Por suerte solo han sido unos minutos, seguro que alguien deseaba gastarme una broma de mal gusto —dije sin admitir en voz alta la verdadera intención de mi carcelero oculto.

Tenía tres cabeza de turco a la vista y me importaba un pimiento quien hubiera sido de los tres, estaba tan enfadada que pensaba vengarme del trio lalala al completo.

—Eso está bien, no queremos que el futuro heredero a la corona sufra algún percance —sonrió aliviada—. No vi a nadie por aquí, ¿Estás segura de que no fue un error? Tal vez alguien puso el banco ahí con la intención de evitar que entraran sin darse cuenta de que estabas dentro. Sé que hacen mantenimiento una vez al mes para comprobar que todo está en orden —mencionó Eloise con aire inocente.

—Si... tal vez fue eso —susurré frunciendo el ceño sin admitir que me habían dado un empujón en toda regla por el que casi me caigo de bruces de no ser por el diminuto espacio de la sauna.

No. Por supuesto que no había sido un error

La persona que me había empujado tenía sus intenciones muy claras, pero que Eloise no hubiera visto a nadie por allí me mosqueaba. Alguien debía haber visto algo, esa rata no podía ser tan escurridiza.

A menos que... ¿Fuera Eloise?

Imposible

Su cara de mojigata no casaba con la de una criminal, y estaba el hecho de que me hubiera sacado de allí. ¿Para qué iba a encerrarme y sacarme unos minutos después?, ¿Se iba a quedar mirando todo el tiempo y arriesgarse a ser descubierta?

Definitivamente no, pero tampoco pensaba poner la mano en el fuego por ella... al menos no por ahora.

—¿Te sientes bien o deseas que te acompañe a algún lado? Había quedado con mi tío en la bodega para una clase de cata de vinos, pero justo cuando estaba llegando me llegó un mensaje diciendo que le había surgido un imprevisto y lo aplazábamos a mañana. Estaba dando media vuelta cuando oí los golpes —dijo de modo tan natural que si de verdad se estaba inventando todo aquello era para pensarse su carrera como actriz, porque menudo papelón bien actuado.

Y entonces la idea de que quien me dio aquel empujón fuese el tío Jacob cobró fuerza.

Supuestamente tenía que estar allí antes de que yo llegase, ¿Y si me vio y se escondió?, ¿O me siguió sigilosamente esperando una oportunidad como la que surgió?

Todo cuadraba.

Incluso demasiado para mi gusto.

—Una casualidad afortunada —sonreí—¿Por qué no evitamos mencionar este suceso? Quedará entre tú y yo, no quiero que nadie se sienta mal si ha sido un error o que sea despedido por mi curiosidad de meterme donde nadie me llama —dije estudiando su reacción que parecía expectante.

—Si ese es tu deseo no lo mencionaré a nadie, será nuestro pequeño secreto, pero deberías tener más cuidado a partir de ahora —respondió deslizando la vista de sus ojos hacia mi barriga con un gesto que indicaba que no debía mirar solo por mi, sino por quien llevaba dentro.

Si esta supiera...

Pero había decidido darle el beneficio de la duda a Eloise, después de todo me había salvado de una conmoción por golpe de calor o peor aún, de una muerte segura, así que al menos le debía eso, me hubiera encerrado o no, lo único cierto es que me había sacado de allí, y la única razón que me llevaba a pensar en eso era que o bien no había sido ella, o pretendía ganar puntos hacia mi.

En cualquiera de los casos, la tendría vigilada bien cerca.

—¿Tienes cobertura aquí abajo? —pregunté recordando su versión sobre un mensaje recibido por parte de su tío.

¿Cómo era posible si no había señal?

—¿En estos sótanos de grandes muros? Es imposible, pero si hay señal de internet a la cobertura que da palacio, tienen amplificadores repartidos por todo el sótano para que no haya desconexión.

Definitivamente soy idiota, ¿Podía enviar mensajes de WhatsApp y no lo sabía?

—Pues ya lo sé para otra vez que me quede encerrada —sonreí mientas subíamos las escaleras. La idea de volver a mi habitación para darme una ducha me llamaba a gritos, pero me apetecía aún más respirar el aire puro que no había hecho durante mi encierro en esa sauna de la que pensé que no saldría—. Iré a dar un paseo por los jardines para respirar un poco de aire puro, ¿Me acompañas?

Noté el rostro iluminado de Eloise en una sonrisa, como si le hubiera propuesto un plan magnifico y eso me resultó extraño.

—Por supuesto. Ahora que mi tío ha cancelado su programación, no tengo nada que hacer en las próximas dos horas —puntualizó y ambas salimos por la puerta lateral que daba a los jardines de palacio cuyo colorido resultaba espectacular bajo los rayos del sol a media mañana.

Llené mis pulmones de aire puro y pensé que eso era felicidad. No me importaba el lugar donde estaba, ni la razón por la que allí estaba. La verdad es que pensaba disfrutar de cada instante como si fuera el último durante el tiempo que me restaba.

—Alexandre me comentó que estarías con nosotros un tiempo en palacio —Mis palabras solo trataban de entablar una conversación apacible con Eloise, aunque mi misión principal era la de sonsacar información a esa mujer con aspecto de niña de la que estaba segura que ocultaba más de lo que decía.

—Si... —susurró—. Mi tío insistió en ello aunque no quería suponer una molestia para nadie.

—No es ninguna molestia Eloise, este lugar es tan grande que uno podría esconderse fácilmente y pasar desapercibido —reí provocando que ella también lo hiciera—. Además, llevas años viniendo aquí, eres como de la familia.

—Pero no lo soy —puntualizó tan abruptamente que alcé una ceja no sabiendo si estaba molesta por ello o el hecho de haberlo mencionado le suponía dicha molestia.

—¿Y eso te molesta? —pregunté directamente y vi como torcía el gesto para que no pudiera ver su rostro.

—En absoluto —respondió fríamente—. No me puede molestar lo que es una simple realidad y siempre lo será.

Mentía.

Era obvio que mentía, pero ¿Por qué?, ¿Cuáles eran sus razones?, ¿Quería sentirse parte de aquello porque deseaba realmente ser reina?, ¿O quizá sentía cariño por la familia de Alexandre y le molestaba sentirse apartada de ellos cada vez que venía?

Observé aquellos ojos parcialmente iluminados y mis palabras salieron antes de tratar de controlarlas.

—¿Desde cuando estás enamorada de Nathaniel? —pregunté directamente y vi como se giró abruptamente hacia mi con la boca abierta.

¡Bingo!, ¡Ahí estaba el pequeño secretito de la extraña Eloise!

Aunque ya lo veía venir y eso que no soy una experta en tema de amoríos precisamente...

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De Plebeya a Reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora