Capítulo 33

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-Menudo día- comento Alec tumbándose en mi sillón.

-Ni que lo digas- respondo mientras sirvo un humeante café sobre dos grandes tazas.

-¿Entonces? ¿Qué paso?-

-Nada, solo le devolví el celular a su guardaespaldas-

-Eso explica porque no me atendiste, estaba lloviendo muy fuerte y me comencé a preocupar-

-Lo siento, me olvide de avisarte-

Tomo las dos tazas y camino lentamente hacia el, toma una de las tazas y le da un largo sorbo mientras yo me siento en el sillón que se encuentra al frente de el.

-Bueno, ya paso, vine para contarte sobre tu nuevo trabajo-

-Yo...bueno, sobre eso quería hablar, no creo que sea necesario, solo digo, que haz hecho suficiente por mi-

Baje mi vista e instantáneamente entrelace mis manos, por un tiempo observe las pequeñas cicatrices, no tan visibles, pero sin embargo me recuerdan tiempos que quiero olvidar.

-Alice, es en una librería, solo tienes que ayudar a la dueña, vender libros, acomodarlos, encargarlos, lo que amas hacer, la mujer ya es mayor de edad y necesita a alguien-

Levante la vista y pude ver un cierto brillo en sus ojos.

-No lo he olvidado, se cuanto amas los libros-susurro- será perfecto para ti y es en una zona tranquila, empiezas la semana que viene-

-Dime que ha sido casualidad, dime que no haz buscado por todo New York ese trabajo-

-Solo ha sido casualidad- dijo pero al instante reímos los dos al saber que era una absurda mentira.

Las horas pasaron muy rápido aunque no lo note, junto con Alec hicimos pizzas caseras y las comimos mirando alguna película sin sentido, esas que te hacen reír simplemente por la estupidez de los personajes, fue una buena manera de olvidar todo el drama, solo digo, soy yo sola con muchas cosas por hacer, por resolver y todavía tengo que continuar.

No se si habrá sido a causa del vino pero nos besamos, no de una manera pervertida, solo fue un beso dulce, el cual necesitaba, necesitaba amor, cariño y ese beso me dio todo eso, aunque luego me disculpe con el, no quiero que confunda las cosas, lo nuestro ya es pasado y aun no olvido la ropa interior que el me presto, apuesto lo que sea a que era de alguna chica con la cual tuvo un revolcón.

Abro el grifo del agua y mojo mi cara, al levantar la vista me observo en el espejo, unas bolsas negras se están formando bajo mis ojos y he perdido algo de peso, lo mas probable es que sea el estrés, ya que estoy comiendo bien, me coloco una sencilla pijama que consiste en un short de algodón y una camisa vieja con algunos agujeros, arrastro mis pies por el suelo y me recuesto en mi cama, mi nueva cama, ¿Donde estarán todas mis cosas?

Doy varias vueltas hasta que consigo estar cómoda, cierro los ojos y trato de dejar mi mente en blanco y así me dejo caer en un profundo sueño...

No podía ver con claridad pero tenia una gran presión sobre mi cuello, trato sin resultado sacar esa presión pero no puedo, escucho sus gritos de fondo.

-¡Eres una perra! ¿Me vienes a contar eso como si nada? ¿Sabiendo que puedo saber que te acostaste con el?-

Logro abrir los ojos y veo el rostro borroso de Cameron.

-Yo...solo...te conté que me cruce con...un...viejo amigo-

Pude escuchar mi voz, pero yo no era consciente de lo que decía, esto era un recuerdo, esto sucedió hace seis meses, cerré los ojos con fuerza y al abrirlos estoy en el otro lado de la habitación, puedo ver el musculoso cuerpo de Cameron sobre el mío, con sus manos en mi cuello, trato de gritar pero nada sale de mi garganta, solo siento como un fuego se extiende por todo mi cuerpo.

-¿Viejo amigo? Ambos sabemos que te acostaste con el-

Sabia lo que vendría y quise cerrar los ojos, este era uno de los peores recuerdos. Pero no lo pude evitar, vi como el me agarraba del cabello y me arrastraba hacia mi cuarto, mis gritos se escuchaban por todo el apartamento pero sentí unos fuertes golpes y pude escuchar mis gemidos. Instantáneamente fui transportada hacia la habitación, para contemplar como se hizo una de mis heridas mas graves, vi como Cameron chocaba con todas sus fuerzas mi cabeza contra un espejo y este se rompía en muchos pedazos, pero el mas grande se quedo incrustado justo en el medio de mi cabeza...

Desperté gritando y llorando, trate de controlar mi respiración.

-El no esta aquí, el no esta aquí, el no esta aquí- decía repetidas veces.

Era en vano tranquilizarme a mi misma, ese recuerdo me trajo muchos malos momentos, lleve mi mano hacia mi cabeza, recordé como desperté en un hospital. Tuvieron que darme nueve puntos en la cabeza y transferirme sangre, Cameron había dicho que había caído sobre una ventana, recuerdo como tuvieron que cortarme el cabello, al punto de tener menos de media cabeza rapada, tuve que usar gorros por mas de cuatro meses, hasta que fui recuperando mi cabello nuevamente.

Me levante de la cama y corrí hacia la cocina, cogí un vaso de agua y lo tome rápidamente, las pesadillas no podían volver, porque esta vez no se si seré capaz de resistir, hace semanas, cada vez que tenia pesadillas Steven estaba ahí, para mi, para tranquilizarme pero eso se acabo, ahora mismo estoy sola, sin nadie que me consuele, vencida me tumbe sobre el sillón, y creo que lo siguiente que ocurrió fue que me quede dormida nuevamente.

Los rayos de luz se filtraron a través de la gran ventana, abrí los ojos poco a poco y recordé que estaba en el sillón, mi cuerpo estaba congelado y dolorido, me estire y bostece varias veces, Alec tenia una reunión hoy y comienzo a trabajar la semana que viene por lo tanto no tengo nada que hacer. Estoy dispuesta a volver a dormir con tal de olvidar toda la mierda que es mi vida, pero de pronto salto del sillón y corro a cambiarme, tomo mi bolso y camino rápidamente por las calles de New York. Necesitaba un celular ahora mismo, cuando llegue a una tienda de móviles usados pude comprar uno, lo pagaré en cuotas, la cual consiste en treinta dólares por mes.

Me siento en uno de los bancos de una gran plaza y comienzo a colocar el chip y la tarjeta de memoria, estaba preocupada por mi madre e intrigada por si Persona X se trato de comunicar conmigo nuevamente, si, estaba en lo correcto, primero le hice una rápida llamada a mi madre y luego le mande un mensaje a X, tal como le pedí, me llamo al instante, su voz era distorsionada, como siempre.

-Escúchame, quiero continuar con mi vida, no puedo estar pendiente de ti, solo necesito la verdad, nada mas o sino esto acaba aquí , ya no desperdiciare mas tiempo en Seymour, el ya no me interesa, solo quiero comenzar de cero, me canse de tus estúpidos juegos, esto no es una película sobre misterio, esta es la vida real, créeme, mi puta vida no puede ir peor y no pienso tener un problema mas en mi cabeza, no sabes nada sobre mi y no me haz ayudado en nada, solo me haz traído un jodido dolor de cabeza, listo, llegue hasta aquí-

Pude sentir su respiración y luego corto.

-Alice-

Pude sentir mi nombre detrás de mi, pero esta era una voz que conocía, era la voz que temía volver a escuchar, Cameron estaba aquí.

NO SPOILERS

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora