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Los años pasaban y los niños cambiaban.

Sobre todo Jaemin, que era el mayor y había entrado a la adolecencia antes que sus prometidos.

Pero algo cambiaba entre el joven Na y el joven Huang.

Estaban seguros de odiarse, hasta que el mismo odio los atraía.

Al principio sólo eran besos, atrevidos y violentos que se daban con intensiones de lastimarse.

No podían simplemente golpearse, así que ambos se besaban con furia, se mordían hasta sacar sangre y siempre era Jaemin el primero en separarse con los ojos llorosos alejándose de Renjun.

Pero a Jaemin le gustaba.

Mientras los años pasaban, más le gustaba que Renjun lo acorralara y lo besara sin cuidado alguno.

Era totalmente diferente a los besos robados y tímidos de Jeno.

Le gustaban los besos de Jen. Eran lindos y lo hacían sentir lleno de cariño.

Pero los besos de Ren los necesitaba.

Y no quería necesitarlos.

Quería a Jeno, quería solo desear sus besos, quería que todo su amor lo tuviera Lee Jeno.

Pero había acabado queriendo al más estúpido y arrogante niño de Corea. Huang Renjun.

A Jeno lo quería, pero a Renjun lo necesitaba.

Y se odiaba por eso.

Porque amaba a Jeno y quería ser solo del menor.

Quería casarse con él y que le acariciara las mejillas mientras le decía que todo estaría bien.

Pero necesitaba que Huang estuviera del otro lado, en la otra casa esperándolo para besarlo con fuerza y necesidad.

Cuando Jaemin cumplió quince años, se dio cuenta de que había cometido un grande error.

Cuando Jaemin cumplió quince años, se dio cuenta de que se había enamorado de dos hombres completamente diferentes.

Sabía que amaba a Jeno.

Cuando lo veía su corazón se alborotaba y lo abrazaba con fuerza y llenaba el rostro de su dongsaeng de besitos.

Y se enteró de que amaba a Renjun la vez en la que el chico se rompió la pierna en su entrenamiento de fútbol.

Renjun era un mocoso de once años, y estaba en el hospital con un yeso en su larga pierna.

—¡Junnie!— Jaemin no solía usar ese sobrenombre a menos que quisiera recibir algo a cambió. Pero estaba demasiado preocupado para pensar en lo que estaba haciendo.

Llegó al lugar y vio a quien no pensó ver.

—¿Lele?—le dijo a su amigo.

No entendía porque su amigo Zhong Chenle, aquel sólo un año más joven, y aquel al que YoonOh tanto criticaba, tuviera que estar junto a su prometido sosteniendo su mano.

—Hola hyung— saludó Zhong— ¿Cómo estas?
—¿Qué haces aquí?— preguntó ignorando su pregunta.
—Vine a visitar a Junnie, es mi compañero en el equipo de fútbol. Yo soy muy malo pero Renjunnie siempre apoya.

Renjun que había estado callado todo ese tiempo le sonrió a Chenle.

—Es que alguien tan lindo como tú no debería esforzarse tanto Lele.

Jaemin frunció el ceño.

Renjun era un estúpido y repugnante mentiroso.

Solo jugaba con Chenle, porque sabía quien era en realidad, y sabía que ni loco ese estúpido usaba un sobrenombre tan tierno a menos que quisiera algo.

ᝂ̸ 𝙨𝙚𝙭&𝙘𝙖𝙣𝙙𝙮│❪𝐧𝐨𝐦𝐢𝐧𝐫𝐞𝐧 ִֶָ 𝐧𝐨𝐫𝐞𝐧𝐦𝐢𝐧❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora