21 - Sáname con un beso

9.4K 786 1.1K
                                    

NOTAS

¡Qué alegría, familia! ¡LNDMH ha alcanzado hoy las 100k lecturas! Nuestro retoñito está creciendo, gracias por mimarlo.

Celebrémoslo con el capítulo que les he preparado para hoy.

¡Feliz sábado! Espero que estén teniendo un finde magnífico.

---------------------------------------------

Sáname con un beso

La vuelta a casa ha sido un tanto desoladora. Me había acostumbrado a realizar ese recorrido en compañía de mi hermano y de mi cuñada. Esta vez, reinó el silencio en casi todo el camino por la tensión acumulada durante el día. Eric quiso llevarme la mochila y masajearme el cuello para compensar nuestra riña. Lo poco que hablamos fue sobre mi reunión con la directora y no preocupar a nuestros padres.

Aiko y yo tuvimos escasos desacuerdos, pero nunca discutimos. Para nosotras era más importante entendernos y estar juntas que dañarnos y construir muros entre nuestro amor. Teníamos suficiente lidiando con las amenazas del exterior. ¿Por qué Eric y Ana se distancian cuando se supone que se aman? Si yo no hubiera venido...

Después de llegar al apartamento, mi hermano y yo entramos en nuestras respectivas habitaciones, aunque antes echo un vistazo rápido en la suya cuando abre la puerta. Mi cuñada es un ovillo debajo de las sábanas y la almohada. Me apena que esté así.

Mientras me pongo cómoda en mi cuarto, Eric se debe estar cambiando para ir al trabajo. Pego la oreja en la pared por si escucho alguna conversación con Ana, pero no oigo nada más allá de pasos y el ruido de un cajón.

Me reencuentro con mi hermano en la cocina, donde el delicioso aroma de comida recién cocinada alimenta mi apetito. Cualquiera podría deducir que Ana cocinó para nosotros. Por muy herida que esté, tiene un corazón enorme. Me tiraría en su cama ahora y la llenaría de besos.

—Deberías avisarle a Ana de que vamos a comer para que se una a nosotros —le sugiero a Eric mientras nos servimos.

—No —responde con sequedad.

Si no fuera mi hermano, le estamparía la olla en la cara.

—Podrías apreciar que ha cocinado por ti, para que puedas comer tranquilo antes de ir a trabajar. No creo que una mala novia haga esto. Mínimo dale las gracias. —Espero removerle la conciencia.

—Estás equivocada si piensas que lo ha hecho por mí. Lo ha hecho por ella. Es su forma de dar lástima. Déjala, Laura. Si le apetece salir a comer con nosotros, saldrá. No caigas en su juego.

¡Maldito Mr. Terquedad! No merece la pena llevarle la contraria porque fortalecerá su postura de resentido. Lo único que puedo hacer es remarcarle los buenos actos de Ana para poco a poco agrietar su coraza.

Eric y yo compartimos el mismo mal del rencor. Para mí siempre ha sido el motor que me ha impulsado a buscar mi propia justicia. Temo que en él se transforme en otra cosa porque traga y traga hasta que explota. Siempre pacífico, pero cuando amenazan sus debilidades libera la otra cara de la moneda. En parte, me lleva a pensar por primera vez si en alguna ocasión me he equivocado y he ajusticiado a quien no se lo merecía. Debo encontrar la ocasión adecuada para ejercer de doctor Johansson con él y sacar lo que de verdad está haciendo que se comporte como un auténtico imbécil con Ana, tanto que no es consciente de que la puede perder.

Mientras comemos, le envío un mensaje a mi cuñada diciéndole que la comida le quedó muy sabrosa, que espero que se una a nosotros y las gracias por haber cocinado. Ella no se ha vuelto a conectar desde que nos escribimos en el instituto y tampoco lo hace para leerme. Me afecta que esté sumida en el sufrimiento y no poder hacer nada.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora