Ávido

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«Mención»

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Me senté en la cama y puse la laptop entre mis piernas. El peine había quedado olvidado al lado de una de las almohadas. Esto era importante.

Divisé bien la pantalla, ubicándome primero en la interfaz. En el panel decía claramente que el USB estaba conectado a la laptop, así que no había dudas de que esa era la carpeta bloqueada.

Habían sólo dos videos.

Dí click en el primero, que era el más corto al durar quince segundos.

El video comenzó. Tuve que aguzar un poco la vista porque fue grabado de noche. Ví la fecha de la cinta y decía que fue grabada el 12/06 del presente año a las 10:45 p.m.

El lugar se me hacía conocido, ¿acaso era...? Sí, está grabación era de la cámara de la entrada del pub Night Sky. El guardia estaba parado en la puerta, justo como hace unas semanas en la noche en que fui.

Pero un segundo después, apareció un grupo de chicos y reconocí al instante el cabello cobrizo de uno de ellos. Eran Charlie, Preston, Sagge y Lillie... Pero había alguien más con ellos, una chica rubia.

Esta iba tomada de la mano con Lillie, y ¡Lillie estaba sonriendo!

Un par de segundos después, la chica rubia se volteó y la cámara captó con exactitud su rostro de delicadas facciones. Le puse pausa al instante y la detallé.

Se me hacía conocida, sentía que la había visto en algún lado. De pronto, recordé la única foto que había en el USB, también había sido una chica rubia, pero la había visto hace semanas, no podía recordar su rostro, como tampoco podía salirme de la carpeta para ver la imagen, porque se volvería a bloquear. Aunque tal vez si abría otra ventana... Pero no, prefería no arriesgarme ya que no sabía nada sobre el sistema de bloqueo que tenía el USB.

Preferí sacar mi teléfono y tomarle una foto a la pantalla. Tendría una calidad terrible la imagen, pero era lo mejor que tenía.

Volví a ponerle play, y ellos pasaron al pub con normalidad. No pasó nada fuera de lo común en los segundos restantes, hasta que terminó.

Cuando hice click en el segundo video, torcí el gesto. Duraba ocho horas.

—Eva —Charlie tocó la puerta y yo dí un respingo sobre la cama—. ¿Sigues viva o te fuiste por el desagüe?

—Para tú desgracia, sigo aquí —él se rió—. En un momento salgo, ya casi termino.

—Okey, Pequeña Calabaza.

Escuché sus pasos alejándose por el pasillo.

Me salí del vídeo, y dejé la laptop exactamente como la había encontrado. Tomé el peine y desenredé rápidamente mi cabello, para luego guardarlo en la gaveta y salir de su habitación.

Él estaba sentado en el sofá de la sala, viendo en la TV unas caricaturas animé. También se había duchado. El cabello lo tenía mojado y llevaba puesto un conjunto deportivo blanco, que se ajustaba en sus brazos delgados y quedaba perfecto en sus largas piernas.

Y para complementar su outfit, tenía puestas un par de pantuflas azules del Come Galletas.

Me acerqué y me senté a su lado, dejando una distancia prudente entre nosotros.