Forelsket • Spy x Family

"Hoy no".

ADVERTENCIAS/CONSIDERACIONES:  OOC. • Anya: 24 — Damian: 26 • ANGST.

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La Operación Strix ha fallado.

Esa afirmación solo fue la antesala de los siguientes acontecimientos que marcaron a los Folger y a su alrededor

En primer lugar, el sentimiento de frustración e incertidumbre se instaló en Lloyd y Anya, quienes eran conscientes de la situación, pero Lloyd no sabía que Anya estaba enterada del fracaso.
Fue un secreto silencioso que compartieron los dos, la culpabilidad recayó en ambos; Lloyd por no haberse esforzado y por el contrario se distrajo jugando a las casitas como había dicho Sylvia.

Anya, por no haber logrado nunca ser amiga de Damian y ser Imperial a tiempo.

Se confiaron demasiado en que, al ser una misión indefinida, tenían suficiente tiempo.

Ilusos.

Lloyd estaba al borde del colapso, pero por el bien de su tapadera se mantuvo estoico hasta el final. Anya también.
Qué cara pondría Yor al enterarse que su esposo era un espía enemigo, qué acciones tomaría Denovan Desmond ahora que la misión fue filtrada (quién fue, aún no sabe). Solo faltaban horas antes de que todo el mundo supiera quién era Twilight y cuáles eran sus planes en Ostania; horas para que la seguridad de su esposa e hija se viera amenazada oficialmente. Cómo le vería la cara a Sylvia, si es que lo hacía. O cómo le explicaría a Franky que toda su ayuda se redujo a nada. Incluso a Fiona y al resto de la agencia: Twilight, el mejor espía de Westalis había fracasado y fueron expuestos al país enemigo.

Él y Anya eran los únicos que sabían qué se avecinaba; incertidumbre.

Esa noche, Yor mencionó que Michelle la había invitado a otra reunión con su esposo, que esperaban realizar una cena el viernes por la noche. ¿Viernes? Lloyd ya había pensado en escapar lo antes posible con Yor y Anya, cómo explicar, no sabía; ya inventaría algo.
Ha pasado ocho años mintiendo, pero esta situación lo llevó al límite del estrés.

Esa noche, Lloyd fingió vivir en la ignorancia con su familia bajo el temor, le dio las buenas noches a Yor como lo ha hecho los últimos siete años con un beso, mientras a Anya le arropó y deseó una noche tranquila. En la mañana, escaparían.

Sin embargo, tres horas después, los agentes de la SSS derribaron la puerta y la conmoción azotó a todo el edificio.

[...]

Anya consideraba, cuando pequeña, que la vida de un fugitivo debería ser emocionante dado a la adrenalina constante que veía en sus series. Serlo realmente era diferente. Yor no fue ciega en aceptar la verdad y traición de Lloyd, pero se quedó con él, dolida y enamorada aún a su lado. Otra razón fue Anya.

Bajo la ayuda de Franky y los agentes lograron escapar del país e ir a una zona neutra del continente. Allí, el trato como extranjeros fue mortificante y denigrante, pero no podían quejarse. Estaban vivos, juntos, eso ya era suficiente.

Fueron diez años viviendo bajo esas condiciones. Lloyd pudo rearmar su vida lenta pero seguramente al igual que Yor bajo nuevas identidades; Anya tuvo el privilegio de no cambiar su nombre como sus padres, pero el apellido Folger quedó sepultado, al igual como los deseos, metas y estilos de vida.

—¡Anya! —había exclamado una chica de cabello rubio tras ella. La mencionada se giró a su dirección a favor de prestarle atención; su compañera de Universidad, Eloise, parecía agitada.

Anya nunca le gustó estudiar, de hecho quería ser espía; pero realmente era peligroso considerando todo lo vivido. No pondría en riesgo a sus padres, ni a sí misma. No es como si Lloyd y Yor se lo hubieran permitido tampoco.