Capítulo 1

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Los alumnos de la 1A recibían sus clases con normalidad. Algunos prestaban atención y otros no tanto (Mineta). Estaban recibiendo su clase de historia cuando de forma abrupta apareció el detective Tsukauchi preguntando por el estudiante que faltó ese día a clases.

—¿Está aquí Izuku Midoriya?

—No asistió a clases. Tuvo un pequeño problema. –Dijo Aizawa.

—Ya veo.... ¿Donde podremos encontrarlo?

—No entiendo porque debería darle ese tipo de información sobre un estudiante. ¿Hizo algo malo?

Cuando Tsukauchi iba a responder se escuchó la voz de un roedor muy conocido por ser el director de la UA

—Buenos días Aizawa. –Dijo de forma alegre.

—Buenos días director.

—¿Puedo hablar contigo un momento?

Aizawa ante esa pregunta volteó a ver a la clase entera.

—Quédense aquí y no hagan ruido si no quieren que los expulse a todos. –Dijo amenazando a la clase.

Los tres salieron del aula bajo la mirada de la clase que no entendía lo que pasaba. Algunos querían saber de que estaban hablando, a otros no les importaba en lo absoluto. Jirou, al ser la que podía escucharlos y de las que tenían curiosidad, clavó sus jacks a la pared a su lado y empezó a escuchar la conversación.

Todos vieron como su cara cambió a ser una de completa incredulidad mientras se llevaba la mano a la boca.

—No es posible... –Dijo Jirou en un susurro.

Kaminari, que estaba al lado de ella, logró escuchar su susurro.

—Jirou, ¿que escuchaste?

Pero no podría responder ya que Aizawa volvió a entrar al aula. Su cara era de incredulidad al igual que la de Jirou. Cuando le preguntaron que qué pasaba se le dificulto encontrar las palabras para decirlas frente a su clase. Un gran nudo se le formó en su garganta antes de responder.


"Midoriya es un traidor."


Nadie creyó lo que dijo su profesor. Toda la clase se quedó en un profundo y horrible silencio. No podían creer que el más tímido, nervioso y el que más sentido de la justicia tenía entre todos ellos fuera un traidor. Ninguno lo entendía, ¿acaso sus actos heroicos eran una fachada? Era imposible. Debía haber algún malentendido.

Uraraka era la que menos lo creía. Escondiendo muy bien su teléfono le logró mandar un mensaje al chico que le gustaba. Si tenía suerte lo leería y buscaría una manera de salir de los dormitorios.


(...)


Izuku yacía despertando después de lo ocurrido hace horas. Se encontraba confundido y adolorido. Su brazo al igual que su cabeza estaban vendados. Lograba recordar lo que había pasado, el como le dispararon y como cayó del barranco, luego un impacto muy fuerte en su cabeza y luego nada. No recordaba nada después de eso.

Vio el lugar en el que se encontraba. No era un hospital, parecía más la habitación de una casa. Su vista se posó en la mesa de noche que se encontraba a su lado. Sobre ella había un plato con comida ya fría. ¿En donde estaba? ¿Quien lo trajo a ese lugar?

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