Henry tiene una pregunta

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Capítulo 12

Emma yacía despierta en la oscuridad de la habitación, inmersa en sus pensamientos. Pasaron varios días y ella y Regina se habían asentado en una vida juntas y bastandte domésticada. Emma llegaba después del trabajo, cenaban en familia, limpiaban en familia y pasaban el rato en familia; ella, Regina y Henry. Se reían mucho, se burlaban mucho y se divertían mucho. Luego, después del anochecer, cuando Henry se acostaba, ella y Regina se retiraban al dormitorio donde hacían el amor durante horas y se dormían abrazadas. No se había mudado oficialmente, pero su cepillo de dientes estaba en el baño junto al de su amante, tenía 2 o 3 conjuntos diferentes de ropa, y la morena esperaba que viniera a casa con ella por la noche en lugar de ir a casa de sus padres. Si ella necesitaba algo más, simplemente iría a buscarlo al apartamento durante el almuerzo. Sin embargo, todavía la hacía sentir como si estuviera viviendo ligera de equipaje y ese pensamiento la inquietó un poco.

Aunque realmente le encantaba la idea de ir a ver a Regina y Henry por las tardes y hacer el amor con su reina por la noche, sentía que Regina le estaba ocultando algo. No era un secreto malo y sabía que ella era la única persona con la que la morena estaba interesada en pasar tiempo además de su hijo, pero aún había algo que le ocultaba y eso empezaba a molestar a la rubia.

Recordó ese día alucinante en el que Regina visitó la estación y la estrello contra el archivero. Nunca en su vida había tenido un orgasmo tan rápido y potente estando de pie y aun con la ropa puesta. Pensar en la ferocidad y el hambre con la que su reina la había reclamado envió un temblor de excitación a través de ella en ese momento, pero todavía estaba un poco confundida en cuanto a qué había provocado a la morena en primer lugar. Cuando llegó a la casa esa noche, todo parecía estar normal y Regina ni siquiera había mencionado su visita a la estación. Su madre tampoco había sido exactamente de ayuda. Cuando Emma le preguntó sobre su reunión, Mary Margaret pareció pensativa por un momento y nuevamente le recordó a su hija que Regina necesitaba resolver las cosas por sí misma y solo darle un poco de tiempo.

Respiró hondo y giró la cabeza hacia la mujer que estaba acostada de lado mirando en la otra dirección durmiendo profundamente. Consideró despertar brevemente a la mujer mayor para otra sesión de sexo caliente; Sería tan fácil. Comenzaría acurrucando el cuerpo de su reina y besando su hombro, acariciando su cuello, hasta ese punto justo debajo de la oreja que hacía que tarareara de necesidad, seguido de deslizar sus dedos a través de los suaves pliegues de Regina desde atrás. O debería hacer lo que hizo la otra noche y colocar su cabeza justo debajo de ese hermoso trasero y usar su lengua en lugar de sus dedos para despertarla.

Su cama, la cama de Regina, se había convertido en una zona libre de pijamas. La morena había intentado una vez ir a la cama vestida, pero Emma le había demostrado que era una pérdida de tiempo y lanzar el hechizo silenciador se había vuelto tan rutinario como cepillarse los dientes antes de acostarse. Le encantaba dormir con Regina, le encantaba tener su olor cerca y por todas partes.

Se acercó más, envolviéndose alrededor de la morena y hundiendo la nariz en su cabello para poder olerla y luego se apretó imposiblemente más cerca. Sintió que si se pudiera acercarse más, tal vez su corazón podría latir junto con el de Regina y ambos al mismo ritmo, juntos.

Ella la amaba. Emma se dio cuenta de eso. Estaba completamente enamorada de Regina Mills. Y no tenia idea de cuándo había pasado. Podía recordar muchas cosas como la primera vez que pensó que Regina estaba buena, eso fue básicamente la noche que la conoció cuando llevó a Henry de regreso a Storybrooke y su madre adoptiva salió corriendo de la casa para abrazar a su hijo. Emma se había quedado anonadada con lo hermosa y sexy que era, incluso cuando estaba angustiada. Podía recordar un montón de otras cosas también. La primera vez que Regina trató de incriminarla, la primera vez que Regina trató de matarla, la primera vez que ella golpeó a Regina, claro después de que Regina la golpeara primero. La primera vez había cabreado realmente a Regina con esa sierra y cortado su manzano. Sin embargo, mirando hacia atrás, no podía recordar el momento exacto en que se había enamorado de ella. Pero sabía que fue mucho antes de que se lanzara la maldición de la Vista Destrozada; mucho antes de que Marian fuera devuelta a la ciudad; fue mucho antes de que se fueran a Neverland; y si era honesta consigo misma, incluso antes de que conociera a Hook.

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