La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]

27 - ¿Qué tramas?

NOTAS

¡Sorpresa, familia!

Para que vean que siempre las tengo presentes en mi corazón, no se quedarán sin capítulo esta semana. A ver quién les mima y quién les ama más que yo, ¡ja!

Espero que lo disfruten, que estén teniendo una semana maravillosa y que se hagan con todos los libros que aman el Día del Libro.

Gracias por sus votos y por sus comentarios. Ahora sí, nos vemos la próxima semana, aunque seguiremos en contacto por mis redes.

Les mando un beso bien enorme para que se acuerden de mí, mínimo por las babas que tendrán que limpiarse, ¡ja, ja!

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¿Qué tramas?

Ani y yo, tumbadas sobre la fina y blanquecina arena de una playa paradisíaca, intercambiamos pausados y amorosos besos. Las serenas olas acarician nuestros pies con la misma delicadeza que nuestras manos recorren nuestros cuerpos. Los calurosos rayos del sol nos arropan, pero es el roce de nuestra piel el que nos calienta. Solo el agradable sonido del mar rompiendo en la orilla acompaña la melodía del jugueteo de nuestros labios.

¡Riiing! ¡Riiing!

El despertador me arrebata el vívido sueño del que no habría querido despertar. Por primera vez en mucho tiempo, saboreaba la felicidad absoluta. El rencor había desaparecido. No había sitio para los tormentos que me afligen en silencio. Mi alma se bañaba en luz y armonía. Aiko era un bonito recuerdo del pasado que aceptaba que fuera feliz con Ani.

Al recuperar parte de la consciencia, siento que esa luz se desvanece y que la oscuridad se expande por mi interior como un cáncer. ¿La pesadilla de la realidad se acabará alguna vez?

Sin embargo, esta es la mañana más adorable que he tenido en los últimos dos años. Bajo las sábanas, Ani me protege con sus brazos y me brinda calor con su cuerpo y con la pierna que acomoda sobre las mías. La tóxica oscuridad tiembla y se repliega ante el cariño que me expresa Ani al apretujarme. Ella me purifica con su mera compañía. Yo, alegre, me estiro y froto su encantador muslo.

—Ani... —pronuncio con suavidad y, perezosa, me volteo, asegurándome de que su pierna me sigue arropando. Ella, además, desliza la mano por mi vientre—. Quiero seguir durmiendo. —Dormir contigo. Ojalá pudiera tenerte en mi cama todos los días.

—Y yo, pero hay que ir al insti. —Su linda voz de recién levantada es música para mis oídos. Por si su encanto no bastaba, despide su aliento sobre mi cuello, donde me regala un tierno beso que me estremece completa y conquista mi sonrisa bobalicona—. Buenos días. —Daría lo que fuera por tener un "buenos días" así cada mañana.

Sabes hechizarme desde temprano, Ani. Si te portas de esa manera sin ganarme tu amor, ¿cómo debes ser estando enamorada?

—Buenos días. ¿Dormiste bien? —Yo dormí plácidamente, pero me encantaría haber estado en tus sueños también. Fui tan buena como pícara contigo para que pensaras en mí y te olvidaras de todo lo demás.

—He dormido mejor que nunca. —¿Mejor que nunca, Ani? Me llenas de ilusión. Puedo imaginar muchas cosas a partir de esa afirmación—. Gracias por dejar que pasara la noche en tu cuarto. —Gracias a ti por regalarme una noche y un despertar diferentes, especiales.

—Somos cuñadas y amigas, no tienes que darme las gracias —resalto, mientras danzo con los dedos sobre su delicioso muslo, con la esperanza de que se atreva a confesar que siente y somos algo más que eso.