우리의 39: Periódico 노래

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- ¿Qué iras donde?- pregunto Felix, mirando con ojos abiertos a Minho.

Después de que Hyunjin se marchara sin dejar rastro, atesoro los sentimientos que sentía por el cómo un regalo de la vida. No se había podido deshacer de ellos en seis largos años, y no lo iba a hacer ahora.

Había terminado mandando a sus padres al cuerno y había estudiado derecho, ya que le parecía algo curioso y un buen trabajo. Aun así, no dejo nunca de tocar música.

La banda había sufrido horribles golpes desde la ida de Hyunjin, pero no se separaron. Seungmin fue quien cogió el relevo del piano, pero no era lo mismo. Habían tocado en un par de eventos, pero nada serio. La banda era un punto importante en su vida.

Había tenido un par de revolcones con un par de chicas, y en una ocasión con un chico, pero de vez en cuando se ponía a pensar en Hyunjin y siempre terminaba llorando.

Se había declarado a sus amigos como bisexual, y ninguno en un principio tuvo pegas con ello, excepto Felix, que era un poco apegado a lo tradicional, pero había terminado aceptando, ya que Minho era uno de sus amigos más cercanos.

Y con eso, pasó el tiempo, y se fue perdiendo en sí mismo y sus sentimientos.

Aquella misma mañana, había salido a correr, puesto que solía pasarse todo el día sentado en una silla, y necesitaba ejercitarse de alguna manera. Cuando tropezó con un periódico.

A Hyejoogu llegaban pocos, ya que los repartidores de correos eran unos perezosos, por lo que si había una guerra, ellos eran los últimos en enterarse.

Lo recogió del suelo, ojeando la portada con unas grandes letras que decían, "¡Vota por Jeong!". Minho bufo, rodando los ojos.

- Malditos políticos.- murmuro, mientras leía y ojeaba el periódico por encima. Hasta que sus ojos se toparon con una imagen.

Nunca creyó en volver a verlo, por la simple razón de que, no sabía donde estaba o que había hecho, simplemente desapareció. Nunca perdió las esperanzas, pero era difícil. Hasta que vio esa imagen, una fotografía de Hyunjin en el periódico.

Se había dejado el pelo largo, y seguía siendo de un brillante negro azabache. Sus rasgos eran más marcados y masculinos, dándole un aire etéreo e inalcanzable. No miraba directamente a la cámara, dejaba ver su perfil izquierdo. Aquel que Minho tanto amaba.

Y lo que más le sorprendió fue, que era la promoción de un recital de piano, en Seúl. Dentro de dos días.

Había corrido por más de dos horas, pero aun así, corrió de vuelta a su casa, como si de su vida se tratase.

Vivía en un piso junto a Felix y Chan, cerca del pueblo de al lado, donde los tres trabajaban.

Abrió la puerta del departamento, y la cerro de un golpe, asustando al pobre Felix, que se encontraba durmiendo en el sofá.

- ¡Mierda! ¿Minho?- murmuro adormilado el rubio.

Pero el mayor paso de él y se dirigió al que era su cuarto, comenzando a hacer la maleta. Felix le miraba con curiosidad desde la puerta.

- ¿Qué haces? ¿Te vas?- pregunto sin entender nada.- ¡Dime algo!

Minho se giró a verlo, con la mochila hecha a medias.- Encontré a Hyunjin.- admitió, y continuó empacando cosas.

Felix no respondió en unos segundos.- ¿Qué? ¿Cómo?

- Está en Seúl, se volvió pianista y tengo prisa.- dijo, cargándose la mochila al hombro con la intención de marcharse.

Pero fue detenido por las manos de Felix en su brazo.- ¿Te gusta Hyunjin, cierto?- pregunto de golpe, haciendo que la respiración contaría parase.- Erais como uña y carne, y fuiste el único realmente afectado con su marcha. Además de ser el último en verlo.- Felix tenía una sonrisa en sus labios que lo desconcertaba.

- Si, me gusta mucho.- admitió finalmente el castaño, a regañadientes. Nadie sabía eso, por lo que Felix era el primero en su grupo de amigos en saber la verdad.- Llevo enamorado de el seis años, y realmente tengo prisa, Lix.

- Pues ve, Romeo, tu Julieta espera.- finalmente lo soltó, sonriéndole.- Y no, no dire nada al resto.

Y con eso, Minho pudo marcharse en paz.




















우리의 - 노래

Our Song // HyunhoWhere stories live. Discover now