La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]

31 - Cita de amigas III

NOTAS

¡Feliz sábado, familia!

¡Muchísimas gracias por sus felicitaciones! En todo momento sentí que compartía mi cumpleaños con ustedes. Todo ese amor que me dan se los agradezco con más amor, por eso les traigo este capítulo para despedir mi día con ustedes. Es curioso, pero recién me he percatado de que el número del capítulo coincide con mi edad, ¡ja, ja! La casualidad. Ni planificado habría salido tan bordado. Y graciosas referencias a la casualidad se encontrarán en este capítulo. Ansiaba llegar a él porque aparece cierto personaje, hay celos de por medio... Drama del que me gusta, ¡ja, ja!

Disfruten igual que he disfrutado yo, familia. Recuerden que pueden seguirme en IG, FB y Wattpad para estar al tanto de cualquier novedad. Muchas gracias por votar en la historia y por todos sus maravillosos comentarios.

¡Les quiero! No, más que eso. ¡Les amo!

PD: ...Multiplicado por el infinito más el infinito, listillas y listillos. ¡Ja!

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Cita de amigas III

Las comisuras de nuestros labios se tocan, simbolizando el deseo que reprimimos con esfuerzo. Mis párpados caen para perderme en el aliento nervioso que intercambiamos. Aunque somos la una para la otra el irresistible postre servido frente a nuestras temblorosas bocas, ninguna nos atrevemos a sucumbir ante la tentación. Puede que sea una prueba del destino para ver quién está más loquita por quién, pero el propio destino resuelve la ecuación al unir nuestros labios con el vaivén de las olas.

Lo que comienza como un simple beso presionando nuestras bocas se vuelve más tierno y pasional a pasos agigantados. Ani es la culpable de que me entregue al jugoso chupeteo porque, fervorosa, estruja mis nalgas y pliega mi bikini hasta casi descubrir todo de mí. Presa de su forma de prenderme, sumerjo las manos en su empapada melena y me restriego en ella. Por momentos, nuestros pezones chocan entre sí, estimulando la ligera danza de mi pelvis y el gimoteo que no logro contener en su boca. Mis pensamientos lascivos claman por los dedos de Ani escurriéndose entre mis nalgas hasta deslizarse por mi vulva.

Tras el posesivo hedonismo, me doy cuenta de que estoy perdiendo, de que me estoy rindiendo ante Ani sin haber obtenido una confesión de ella. Esta romántica e inesperada muestra de amor me tiene cautivada, pero reúno la fuerza de voluntad necesaria para enjaular al deseo.

Desenlazo los brazos y las piernas, me aparto de Ani, y ella también me suelta, estirando la caricia hasta el último momento como yo. Avergonzada por haber sido tan evidente, bajo la vista y ondeo el agua a mi alrededor. Encima, ella guarda silencio como si esperara que yo dijera algo al respecto.

—Algo me mordió un pie. Creo que fue un pez. —Me siento tan ridícula.

—Lo que ha pasado...

—Era una respiración boca a boca, ¿no? —la interrumpo. Estoy segura de que su intención era excusarse como suele hacer y dejar en evidencia mis sentimientos. «Lo que ha pasado significa que te gusto, ¿verdad? Yo solo te veo como una amiga.» Casi me parece escuchar esas palabras—. No podía ser otra cosa. Ah, y un pago por el servicio de socorrista. —Soy más rápida que tú improvisando, aunque una parte de mí piensa que te he salvado de afrontar lo que no quieres reconocer por precipitarme.

Tal vez metiera la pata hasta el fondo por no esperar a que terminara la frase. No importa, puedo ser paciente. Si le gusto como me hace creer a veces, explotará tarde o temprano. No obstante, me inquieta su prolongado silencio. ¿Estará decepcionada?

—Te has quedado un poco seria. Fue una pésima idea de pago, ¿verdad? —Preferías haberme visto de rodillas, confesándote que estoy tan enganchada a ti que hasta te sueño, ¿no es así?