Hasta que tu muerte nos separe.

397 38 25
                                    

Chenle tarareaba alegremente la canción en la radio, soltó el timón unos segundos para imitar la batería y volvió a tomarlo con fuerza mientras su cabeza se movía con ritmo, hasta que la emisora detuvo su programación habitual para traer una noticia de último minuto, su mente se puso alerta y su piel se erizó cuando la voz de Lee Jeno se escuchó en su auto— ...para mi, Lee Yeeun siempre será recordada como una amiga, una esposa y una maravillosa madre, nuestros hijos y yo la extrañaremos mucho, únicamente. —había colocado las luces intermitentes y orillado a una acera para analizar bien toda la situación, tratar de entender la noticia.

Yeeun estaba muerta, la esposa Jeno estaba muerta.

¿Cómo? Accidente de auto... no hay más detalles, aunque, revisando portales en internet muchos aseguran que no iba sola al momento del accidente, los rumores hablan de un hombre ¿un posible amante? Eso cambiaba la perspectiva de todo y ponía en la mira a Jeno, las personas se preguntaban si esto era un crimen pasional, las redes sociales estaban explotando por la noticia, la imagen de Jeno, vestido de negro y cargando a su hijo menor mientras sostenía la mano de su primogénito le estaba dando la vuelta al mundo. Chenle sonrió, el contrario seguía siendo igual de guapo como le recordaba.

Habían pasado ocho años de su mortuus diem, donde él perdió al que consideraba el amor de su vida y Jeno se vio obligado a casarse con una mujer que no conocía. Había sido el último día que se vieron y el mayor prácticamente desapareció de la faz de la tierra después de eso, semanas adelante vio las fotografías de una gran boda en el periódico, Jeno estaba serio, viendo hacia al fotógrafo mientras Yeeun, su ahora esposa, tenía una sonrisa y un vestido que la hacía ver angelical.

Se había sentido triste y celoso... muy celoso, estaba seguro de que él habría hecho a Jeno infinitamente mas feliz que esa mujer. Había llorado mucho, jalándose el cabello mientras recordaba todas las promesas hechas y los planes a futuro que ya no pasarían, sus amigos le habían motivado a seguir adelante y a pensar que tal vez era mejor así. Se había mudado de apartamento y había conseguido un trabajo decente en un hotel. Lo unico que le faltaba a su perfecto cuadro era una pareja pero, a pesar de que había tenido pretendientes, él simplemente no podía... sentia que le estaba diendo infiel a Jeno, que estaba rompiendo su promesa de amor. Aparte que nadie le llegaba siquiera a los talones.

Ah, cuanto lamentaba el dolor que esta perdida podía significar para Jeno y su familia, o quizá no, porque por más que se esforzaba sabía que era mentira. No lo lamentaba en lo absoluto. Estar con él no era el destino de ella, ahora más que nunca le gustaría poder verlo, darle un abrazo y demostrarle que está para él.

—Bueno, seguimos. —murmuró, intentando meterse de nuevo al carril, el reloj le recordaba que aún tenía dos horas para su turno, estiro el cuello de su asfixiante suéter de lana mientras pisaba el acelerador, una motocicleta que cruzo delante de él al mismo tiempo sonó su bocina al sentirse acorralada. El conductor se movió al carril siguiente antes de hacerle una señal obscena con la mano, la acción lo distrajo un segundo, suficiente para que chocara con el auto de enfrente.

Chenle respiró pausadamente, sintiendo el pulso en sus oídos, apagó el motor y quitó su cinturón, bajo de su auto antes que la otra persona, observó su parachoques y suspiró— Fue mi culpa, lo siento, la moto me distrajo. —exclamó, cuando el hombre del otro auto se colocó a su lado, una mano paso por su cabello de manera nerviosa— Tengo que llegar a mi trabajo... ¿podemos solucionarlo rápido?

—Claro, mi seguro ya viene en camino —murmuró el contrario, sonriendo con amabilidad, se veía guapo, pero no tanto como Jeno.

—Muy bien. —sentenció él, apoyando su cadera en la puerta, dando por terminada la conversación mientras observando su reloj, veinte minutos después, mientras revisaban los golpes en su parachoques no podía dejar de pensar como estaría Jeno.

Hasta que tu muerte nos separe | NCT DreamWhere stories live. Discover now