𝔹𝔸𝔹𝕐 𝕋ℍ𝕆𝕌𝔾ℍ𝕋𝕊

🄳🄸🄴🅉🧸

Haram frotó sus ojos cansada, apartando las sábanas para levantarse de la cómoda cama, no había logrado dormir, pero de todas formas se sentía cansada. Sus pies tocaron el frío suelo y se quejó, buscando sus pantuflas a tientas en la oscuridad de la habitación, cuando las encontró acudió al llanto de su pequeña.

Haruna estaba muy pequeña para entender que sucedía con sus mamás y se encontraba muy confundida con la situación, esa noche el olor de las feromonas molestas de la pareja aún no se habían esfumado, lo cual mantenía a la bebé inquieta e incómoda porque la sensación extraña le daba algo de miedo, y se soltaba a llorar.

La omega caminó hasta la habitación de su cachorrita, ignorando la presencia de su esposa que se encontraba moviendose inquieta en el sofá, sin poder conciliar el sueño, pasó del lugar yendo directo hacía donde se encontraba la cuna de la bebé, este se encontraba llorando y moviendo sus manitas, en busca de atención.

—Shh, ya estoy aquí.— la tomó en sus brazos, meciendola de inmediato, procurando que dejara de llorar.

"Mami soñé feo"

La pequeña sollozaba a la vez que intentaba balbucear cosas inentendibles para su madre, la omega simplemente secó sus lagrimitas y dio un beso en su coronilla, acomodandola mejor en su pecho, la pequeña se acurrucó allí donde el aroma de su mami abundaba, haciendo imperceptible el otro que estaba molestandole, guió su manita hacía su boca, intentando contener las feas sensaciones que había experimentado.

Haram salió nuevamente, había comprobado que Haruna no quería dormir solita por alguna razón, así que se la llevó junto a ella. Sua esta vez estaba sentanda, observando a su esposa e hija, no dudó en ir tras ellas, pensando en que las cosas no podían seguir asi con Rami, no le gustaba

La menor entró a la habitación, pero cuando estuvo a punto de cerrar la puerta sintió como algo la obstruia, allí estaba la alfa, simplemente ignoró su presencia de nueva cuenta y caminó hasta su cama, para acostarse junto a su bebé.

La alfa también se recostó en la cama, a un lado de su esposa, pero esta de inmediato se dio la vuelta, dejando a la pequeña Haruna en el espacio que sobraba de la cama, Sua bufó.

—No deberías dejar a Haruna en la orilla de la cama.— expresó la mayor, pero Haram hizo todo su esfuerzo en hacer parecer que no la escuchaba.— Rami, no seas tan terca, deja a la bebé en medio de la cama, ella solo está asustada debido a las feromonas de hace rato, un ambiente familiar será lo mejor para ella.

"Ay que aburrimiento, ¿y si jugamos a que me das leche de tu pechito?"

Con ayuda de sus pequeñas manos, Haruna intentaba quitar la tela que obstruia su paso al camino de la felicidad, pero le era casi imposible pues admitía que aún no era una profesional con eso de desabrochar los botones. Ella era ajena de lo que sucedía a su alrededor. Su mami suspiró en ese instante, y tomandola con cuidado la levantó para cambiarla de lugar.

"Chale, ya lo estaba logrando, la traición, la decepción hermano"

La omega realizó la acción y de inmediato estaba dispuesta a voltearse, de no ser por una mano sosteniendo su hombro, cuidando de no lastimar a la bebé en medio de las dos.

—No quiero estar peleada contigo,— dijo la alfa, mostrando que estaba arrepentida de su actitud anterior, dejando de lado el orgullo.— lamento si te hice sentir mal, estaba estresada por lo del trabajo, no debí desquitarme contigo.

Haram suspiró, bajando la mirada hacia la pequeña, que emitía soniditos desesperados mientras tiraba de la tela de la camisa de su pijama.

"Mamá Sua, ¿recuerdas cuándo te dije que te amaba? No fuí yo, fue el autocorrector"

Y bueno, Haruna seguía resentida por ser cambiada de lugar cuándo según ella estaba cerca del objetivo.

—Sentí como si todo aquello que decías lo pensabas de verdad... fue tan, no sé, era como si hablara una persona diferente de la Sua que conozco.

Sua asintió apenada, pasando sus grandes manos por las mejillas de su esposa, Haram no merecía el trato que le había dado.

—Fue idiota y ridículo lo sé, ¿podrías perdonar a esta alfa tonta?— preguntó, esperanzada de resolver los problemas.— Eres muy valiosa Rami, no dejes que nadie te haga pensar lo contrario, así sea yo misma.

"Alguien abra estooo"

Haruna daba con sus puñitos en el pecho de su madre, pero estos no tenían fuerza alguna, así que pasaban desapercibidos para la omega inmersa en la mirada de su alfa.

—Pero me vuelves a decir cosas así y no me ves más Moon Sua.— advirtió la menor, sediendo ante las disculpas de su alfa, a fin de cuentas ambas se amaban con la misma pasión, entendía la presión de la alfa, pero eso no significaba que iba a aceptar un trato de esos, pero por esta vez todo podía quedar en el pasado.

—Está bien Moon Haram.

—Y...

Fueron interrumpidas por un balbuceo, lleno de exigencia, casi un grito enojado de su retoña.

"TENGO HAMBRE POR TODO LO SAGRADO MAMI RAMI, QUÍTA ESA TELA DEL MEDIO Y ALIMENTAME DE UNA BUENA VEZ"

—Creo que alguien quiere atención.— señaló Sua sonriendo.

—Si, lleva rato tirando de mi camisa, debe tener hambre.

"¿entonces estabas ignorandome? Lo pensé de todos menos de ti mami"

—¿preparo el biberon?

"Hey, ¿cuál es tu obsesión con el biberon? Primero me das chupones y ahora esto, ¿segura de que eres mi madre?"

—No, no te levantes.— Haram detuvo a la mayor, a la par que hacia a un lado la camisa del pijama que utilizaba esa noche, Haruna por fin sería feliz.

—Bueno,— la mayor se acomodó a sí misma, y también a Haruna, para que pudiera estar más cerca del pecho de Haram, y así poder alimentarse.— entonces todo bien?

—Ajá.— comentó la omega, que sostenía el cuerpecito de Haruna para mantenerla en aquella posición.

"Todo perfecto, bro"