Capítulo 13

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Habían pasado cuatro años y Taehyung tuvo que vivir todo esos años con la indiferencia y desprecio de su esposo.

Tuvo la oportunidad de encontrarse con él solo en eventos formales, en donde los dos tenían que asistir si o si.

Pasó por muchas humillaciones, el alfa parecía buscar siempre una nueva forma de demostrarle que no le gustaba, que no lo amaba. Y lo entendía, pero no significaba que por ello doliera menos.

- mi emperatriz, debe salir - escuchó la voz de luna, y levantó su mirada para verla.

- No quiero Luna - se tapó su cuerpo, volviendo a la oscuridad en la que antes se encontraba.

- Emperatriz, hoy debe visitar al emperador, Está estipulado en la ley - dijo Luna, bajando la cabeza al decir aquellas palabras, no quería que el omega sufriera aún más de lo que estaba sufriendo.

- ¿Era hoy? - preguntó y Luna asintió, solo por ello se levantó de la cama, debía prepararse para pasar la noche con el emperador, por segunda vez desde que se casaron.

Deseaba que esta vez lograran concebir un heredero.

Porque aunque Taehyung todavía amaba al emperador, no quería tener que acostarse con una persona que no lo amaba, y que no soportaba su presencia.

Fue a su baño, y con Luna ayudándolo, disfrutó su aseo. Luna fue la única dama que le quedó, Ya no confiaba en nadie más luego de la traición de su más cercana dama. Lisa le causó una gran inseguridad en él.

Estaba siendo vestido y no comprendía porque Luna se esforzaba para que se viera hermoso, cuando él no poseía tal belleza. Y aunque ella le dijera que era tan hermoso como la luna, de nada le servía si cualquiera podría eclipsarlo.

Tomó aire y respiró pausadamente varias veces, tomando valor, tener que reencontrarse con Jungkook y solamente para hacer aquello, no era precisamente algo por lo cuál tendría que estar feliz.

Azul, Luna había elegido que el color azul predominará en sus ropas, y tal color no le traía buenos recuerdos, pero prefirió guardar silencio. Tenía que soltar el pasado, siempre pensó en ello, pero simplemente no podía.

No lo haría. No quería olvidar.

Las telas en su cuerpo se veían como baratijas, ya que la belleza única de Taehyung se llevaba toda la atención. Ni siquiera el rubí que adornaba su corona se podría comparar.

Así Taehyung piense que no era tan bello como una joya, cualquier persona que pueda verlo diría que ninguna joya puede compararse a él.

Volvió a recorrer los pasillos que todavía recordaba como si hubiese sido el día anterior cuando caminaba ansioso y emocionado hasta donde los aposentos de su majestad para pasar su primera noche juntos.

No estaba feliz, ni emocionado, solo esperaba que todo sucediese rápido, no quería tener que pasar un mal momento como en su noche de bodas.

Los guardias de los pasillos lo reverenciaban, y lo veían de reojo, si Taehyung hubiese querido ordenaría que les impartan un castigo, por atreverse a verlo cuando no podían hacer aquello, pero no quería ni tampoco necesitaba otro problema más.

Además de que no le gustaba impartir castigos, ni tampoco quería que alguien muriese por su culpa, a pesar del daño que sufrió, no quería ser injusto o tener que cargar con una culpa más.

Su conciencia no lo soportaría. Tenía suficiente con los abortos que la madre del emperador le inducía a las concubinas, y también por ello no se había negado a visitar al alfa, quería concebir al heredero para que así, las crueldades que su madre hacía se detuvieran.

Me Convertí En el Esposo Del Emperador (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora