Tele-artistas

Marleen

Marleen caminaba decidida por el bosque siguiendo la ruta hacia las coordenadas que marcaba su móvil. El estremecedor eco de los animales que habitaban en la zona no le impedía seguir avanzando y adentrándose en la oscuridad para atravesar el bosque por la ruta más corta. No temía de un mundo sobre el que tenía el poder de eliminar elementos no deseados para siempre. Si lo creía oportuno, no dudaría en acceder a la base de datos y desintegrar en cuestión de segundos a cualquier ser que se interpusiera en su camino.

De repente, Marleen se detuvo al llegar a un claro justo al borde del bosque. No dejaba de recibir notificaciones sobre alertas críticas de seguridad en la base de datos. Se sentó sobre uno de las decenas de troncos cortados que se encontraban allí e intentó bloquear de nuevo el acceso a los datos. No era capaz de localizar el sitio desde el que estaban hackeando la base, era como si el responsable se escondiera tras un potente inhibidor. Fuera quien fuera, ya sabía demasiado.

- Mirad. - Dijo Chicle mientras analizaba meticulosamente todo lo que aparecía en la pantalla. - Existen varias zonas de unión entre nuestro universo y el vuestro. Aquí por ejemplo en esta zona llamada Pasapalabra...- Es un programa de la tele en el que la gente va a concursar. - Respondió Valeria.- Si es así, puede que si conseguís saltar a esa zona podáis cruzar la unión y volver a casa. Volved al búnker, chicos. Voy a crear algo que os ayude a saltar entre zonas hasta que lleguéis a la unión.

Marleen observó cómo el supuesto intruso se había quedado observando aquella representación de los planetas. Se apresuró a llegar hasta aquel punto del mapa, pues se le había ocurrido una idea. Si conseguía solucionar el problema de los nanodrones desde la zona cero y devolverlos a su funcionamiento normal, puede que se mostrase una zona donde no hubieran nanodrones. Y si eso sucedía, solo tenía que dirigirse hacia ese lugar para encontrar a la persona resonsable de aquella invasión.