XXI

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«¿Estaba feliz no? ¿Ya lo hicimos... eso era todo?» Pensó el menor.

—Douma, Douma —llama con un susurro el menor, para asomar su mano al cabello del oji arcoíris y saber cómo se encontraba por el silencio y la respiración agitada.

El agarre en la cintura del menor estaba bien sostenido, Douma se había quedado medio dormido con un rojo en sus mejillas y una media sonrisa en sus labios que se pudo presentir.

—Quédate... —susurra tiernamente el mayor hundiendo más su rostro, parecía tímido y contento.

Inosuke se había sonrojado por ese comportamiento repentino, con sus dedos le fue colocando los mechones de cabello detrás de la oreja de Douma y verlo dormir. Sus ojos cerrados y su agitada respiración.

Paso la noche así. Inosuke no lo podía creer al fin lo hicieron, que vergüenza sentía por su desnudez y cosas que le hicieron sentir tanto placer que desconocía, no sabía cómo reaccionar al respeto, estaba pensativo toda la noche hasta quedarse dormido.

Ya era de mañana e Inosuke despertó estirando su cuerpo, moviendo sus brazos y bostezar a gusto. Cuando se sentó en el mismo lugar donde estaba, su cuerpo se acalambro un poco del dolor y pinzón que sintió, sin darle mucha importancia gira su rostro hacia el mayor haciendo que sus mejillas se sonrojen.

Parecía un sueño, verlo dormir tan tranquilo, Douma era una mezcla de sentimientos guardados con un poco de locura. Ya complació al mayor con lo que quería ¿ya era todo?, Inosuke dejo de mirar al mayor casi con una mueca de enojo para arrastrarse despacio en la cama e ir a la orilla, sintió que su mano fue detenida por una mano cálida y grande.

—D-Douma ya me iba, perdón por despertarte —susurro desanimado con alegría al verlo tan Pacifico.

—Buenos días, amor —susurra el mayor con su ronca voz entrelazando sus dedos poco a poco con la del menor.

—Buenos días ¿Me dejas ir? —ladeo su cabeza el menor para ver como Douma entrelazaba sus dedos con los de él.

—Para donde vas aun es temprano —dijo en una sonrisa risueña el mayor.

—Al instituto.... —soplo el menor sin saber cómo decirle lo que paso anoche.

—¿Viniste a dormir conmigo no? —pregunta para jalar despacio al menor y hacer que vuelva a dormir a su lado encima de las sábanas en cucharita.

Inosuke aún tenía su camisa desabrochada y su pantalón que se había vuelta a poner, mientras que el mayor estaba semi desnudo con solo su bóxer puesto, pero lo cubría con sus sabanas en medio de sus caderas. Toda la cama parecía un desastre y algunas prendas de ropa aun en el suelo.

—E-eh ¿No recuerdas lo que paso a noche? —pregunto alterado y sonrojado por el abrazo que le daba el mayor en su espalda.

—No... tengo una jaqueca horrible... mmm —mormulla bajo el mayor moviendo su cabeza en la espalda del menor, haciendo pequeños roses de lado a lado.

—¿De verdad? ¿Na-nada? —se voltea Inosuke y poder observarle a los ojos y buscar alguna señal de mentira.

—Lo último que recuerdo es que, por alguna razón, estábamos distanciado, pero ahora parece un sueño, estas aquí conmigo —dijo con voz ronca Douma para acariciar con su pulgar bajo los labios del menor.

—Hace dos días, te confesé en pocas palabras si yo te gustaba, t-te marchaste sin decir nada —habla bajo el menor con su mirada entre cerrada.

Un psicópata con deseos | Douma x Inosuke |Where stories live. Discover now