Espergesia • [NamJin]

Capítulo 1

SEOKJIN

Fue una noche triste, de esas que son gélidas y que cuesta recordar con claridad, en la que terminé de leer "Walden Two" de Frederic Skinner. Podría describir este escrito como una utopía, como algo que figurativamente promueve la justicia y la igualdad en salud y demás cosas...; sí, así de simple lo veo yo.
Justo dos párrafos antes de culminar el libro, me bajé los lentes, resoplé y tomé un sorbo del té que tenía sobre la mesa de aquella cafetería a la que tenía varias semanas yendo... Fue entonces que los vi.

Una pareja tan cariñosa que produciría envidia en cualquiera ingresó al café. Aún tomados de la mano miraban al rededor en busca de una mesa.

-Namjoon -le llamó ella-, cenemos aquí y luego me vas a dejar a mi casa, ¿sí?

-Claro, cariño.

La ira empezó a cegarme tras reconocer al hombre al que aquella muchacha le hablaba. Me puse los lentes y con una vista distorsionada debido a las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos, leí la última línea del libro.
«Frazier no estaba en su cielo. En el mundo, todo marchaba bien».

Guardé mis cosas en el maletín y llamé silenciosamente al mesero para que yo pudiera pagar la cuenta.
Me sentí humillado por aquello último que leí, lo sentí como una burla del universo hacia mí; aquel sentimiento me hizo sentir aún más ridículo, más avergonzado. Mi problema no era con el libro, era con él.

Volteé en su dirección, buscando quizás un indicio de que lo que pensaba sobre él estaba errado, que quizás yo vi mal y ella es solo una amiga del trabajo; pero no, todo lo que vi fue a ellos dos riendo y besándose mientras les servían la comida.

¿Es porque ya no paso tanto tiempo en casa? ¿Es porque rechazo nuestras citas debido al trabajo? ¿Es porque ya no tenemos intimidad hace mucho tiempo? ¿Es porque la ve más bonita que yo...? ¿Ella es mejor que yo? ¿En qué sentidos?

Aquellas preguntas y muchos otros pensamientos llegaron a atacar mi mente y a nublar mi juicio, tanto así que terminé enrumbando mis pasos hacia la mesa donde estaban ellos dos.

-Qué sorpresa encontrarte aquí, Nam -contuve mis lágrimas mientras veía su sonrisa desvaneciéndose-. ¿Sabes? El día que te traje aquí creí que terminaste odiando este lugar, o al menos eso fue lo que me dijiste.

La chica me miró y volteó hacia Namjoon aún con una sonrisa en su rostro- Nami, ¿es un amigo tuyo?

-Seokjin -se levantó y por fin me miró a los ojos-, ¿qué estás haciendo aquí?

Reí con amargura- ¿Que qué hago aquí? -retrocedí un paso- Vengo mucho a este lugar, pero claramente no lo sabes -empecé a subir la voz-, lo sabrías si me prestaras atención cuando te hablo, ¡pero no, tú no...! -por fin mi voz se quebró y dejé mis lágrimas salir- Tu anillo -observé sus manos, ambas vacías-... ¡¿Dónde diablos está tu anillo?!

Uno de los meseros se acercó a mí pidiendo que me calmara, o que de lo contrario haría que me sacaran; por supuesto mi mente pasó de ello.

-Seokjin, no grites, nos están mirando.

-¿Y yo tengo la culpa? -después sentiría la vergüenza de haber protagonizado una escena así, pero claro, mi cabeza no estaba dispuesta a pensar en eso ahora- Seis años juntos, Namjoon, ¡seis malditos años juntos! ¿y en serio me haces esto?

Salió de la mesa, con su mano derecha me agarró el brazo y me jaloneó hacia el exterior de la cafetería.

-¿Cómo se te ocurre hacer un escándalo así? -me soltó con fuerza, haciendo que yo tambaleara por un momento.