Segunda Oportunidad-HP

~(Capitulo 22)~

Al pasar los dias, Harry pudo darse cuenta que la navidad era  la fecha más tranquila que habia pasado en toda su vida. A eso se le sumaba el no tener tiempo para meterse en problemas y tener cerca a su padrino en cualquier momento.

Sin embargo una vez pasada la festividad, Harry sabia que debia regresar a Hogwarts y enfrentarse de nuevo a varios problemas recurrentes, entre ellos las intenciones malvadas de Malfoy para que lo expulsaran del colegio de magos.

-¿Qué es eso que tanto ocultas?-pregunto una voz gruesa.

Harry que se encontraba concentrado en sus cosas, se sobresalto y rapido levanto la mirada de su baúl y dirigio sus ojos hacia Sirius que lo observaba desde la puerta de la vieja habitación.

-No es nada...-le respondio con incomodidad el azabache, no queria mentir a su padrino pero era necesario. No debia mencionarle el regalo del director, o se enteraria que albus habia tenido en su poder la capa invisible de su padre durante tantos años sin mencionarlo a nadie.

-Pense ver algo-comento despreocupado el animago y con expresión relajada miro el baúl-. Entonces... te vas.

Harry asintio.
-Si fuera por mi no regresaria, me siento raro ahi. El profesor Quirell quiere matarme, tal vez destriparme y luego desaparecer mi cuerpo y Snape siempre busca la manera de humillarme...

-¿Snape te humilla?

-Tambien mencione que Quirell quiere matarme.

Sirius fruncio el ceño.
-Es increible que ese inutil sea profesor en Hogwarts-comento más para si mismo que para Harry-. No se como Albus puede permitirlo.

El azabache continuo arreglando sus pertenencias en su baúl, libros, tunicas e incluso varias golosinas que habia guardado de la navidad.

-¿Ron ya esta listo?-pregunto Sirius dejando de lado el tema de Snape-. Deben salir en dos horas. 

-Creo que si, o tal vez aun se encuentra durmiendo.

Black se mantuvo en silencio durante un minuto, luego asintio de manera lenta y se retiro de la habitación.

~º~

Los siguientes meses en el colegio fue muy electrizando para el azabache. Dumbledore trataba de facilitar las cosas tanto para Harry como para Hagrid y el huevo ilegal de Dragón que habia estado ocultando en su cabaña durante tantos meses, pero sin embargo aun seguia ignorando el tema de que Quirell podia ser un peligro potencial. Ademas de que Draco no perdia la minima oportunidad de molestar tanto a Harry como a Ron en cualquiera hora del dia.

-Solo ignoren.

Los muchachos miraron cansados a Hermione. Necesitaban otro tipo de consejos que el solo poder ignorar a una persona totalmente agobiante.

-Deberiamos ponerle una trampa y conseguir que Slytherin pierda muchos puntos y no ganen la copa este año.

-Cierto la copa-murmuró Harry pensando en como darle puntos a Gryffindor sin meter en aprietos a sus amigos.

Los tres se encontraban bajando las escaleras con total tranquilidad, dirigiendose a visitar a Hagrid.

-Hermione tiene razon, no importa el tema de Malfoy, hay que dejar que pelee solo-dijo Harry despues de pensarlo-. El nos molesta, nosotros le respondemos, el se molesta porque le respondemos y continua y continua.

-Pero el comienza-se fastidio Ron-. Siempre mencionando cualquier minusculo tema para molestar.

-Bueno ya basta-dijo Hermione-. No sigamos hablando de el que es en vano.

Los tres siguieron caminando en silencio hasta llegar a la cabaña de Hagrid, el semi gigante se encontraba sentado sobre una enorme roca limpiando una ballesta.

-Hagrid-le saludo el pelirrojo y puso rapido su atención en el arma de caza-. ¿Que es eso?

-Oh-gruño el semi gigante ocultando rapido la ballesta en su espalda-. No es importante, le mencione al profesor Dumbledore que un animal estaba comiendo a los gallos que tengo criando y solo necesitaba encontrar la forma de evitarlo.

-¿Animal?-se aterro Ron-. ¿Algo asi como un hombre lobo?

-No hay hombres lobo en hogwarts-le dijo Hermione con seriedad-. Es solo un chisme sin fundamento.

-Fred me lo conto-se defendio el pelirrojo-. Se puede incluso escuchar los aullidos. Hace años vieron a uno. Un hombre lobo.

-Hermione tiene razon no hay hombres lobo en hogwarts-dijo Hagrid con firmeza-. Por cierto ¿Que hacen aqui?

-Queria saber como te sientes despues de perder el huevo de dragón-le menciono Harry.

Las mejillas del semigigante se encendieron.
-¿Huevo de dragón?-repitio-. Eso es ilegal. No se de donde lo habran escuchado.

-Ya lo sabemos Hagrid, no lo ocultes-comento el azabache con una pequeña sonrisa comprensible-. Fui yo quien le dijo al director. Espero no me odies.

El semi gigante negó amigable.
-Fue lo mejor. Fui torpe al aceptar tal tonteria. ¿En que habia estado pensando? Lo bueno es que ya esta en un mejor lugar.

Hermione y Ron ya estaban enterados del tema. Hace dos meses Harry les habia conversado sobre el huevo que hagrid habia estado ocultando, el cual fue entregado a Charlie inmediantamente.

Hermione se sintió curiosa.
-¿El director descubrio quien te dio ese huevo? Porque es ilegal y es de barbaros arrebatar un huevo de su nido.

-Bueno esas cosas pasan muy seguido en el mundo magico-le respondio Hagrid-. No fue mi intención. Ese mago parecia muy interesado en las criaturas magicas, me hizo muchas preguntas y yo tambien las hice, le mencione sobre mi interes de tener un dragón-el semi gigante se volvio a sonrojar-. Se que suena extraño pero los dragones siempre han sido mi mayor fascinación.

Harry ya sabia por donde iba la historia del huevo de dragón, sabia que habia sido Quirell ese mago extraño que le entrego el huevo, que todo lo habia estado planeando con la sola intención de llegar hacia la piedra filosofal y darle vida eterna a Voldemort.

Harry ignoro toda palabra que decia hagrid y dirigio su mirada al bosque, solo faltaban dos semanas para que Quirell asesinara al unicornio con la intención de beber su sangre.
No queria permitirlo, pero tampoco queria intervenir y conseguir arruinar más su propio destino.
Otro tema que tambien le quitaba aliento eran las pruebas por las cuales debia pasar para conseguir la piedra filosofal. Sabia que debia hacerlo, era la unica manera de acabar con Quirell... acabar con su profesor, terminar con la triste vida de un mago que habia sido manipulado por las promesas de Voldemort.

-Debes tener más cuidado, no puedes tener un dragón en tu cabaña-escucho decir a Hermione y salio rapido de sus pensamientos.

-Ya nos debemos ir-comento el azabache-. Si llegamos tarde de nuevo, nos ganaremos un castigo.

Los tres se despidieron del semigigante y a paso firme regresaron al castillo.