56 - Ani ha sido corrompida

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NOTAS

¡Sorpresa, familia! Estamos de juernes, último día de junio y hay que despedir este simbólico mes como se merece. Disfruten con el capítulo, que viene cargadito de novedades. Estamos en la recta final del primer libro de Laurita (hasta "Confesión carnal").

¡Un besote! Nos vemos el finde. 

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Ani ha sido corrompida

—Laurita, lo siento, pero es que ya quedé con Angie. Siento el malentendido. Me apetece salir contigo, de verdad, pero ya di mi palabra y esa chica me está esperando. —¿Debería consolarme que la ha elegido solo para cumplir con su palabra?

—Vale, lo entiendo. No pasa nada... —No es verdad. El dolor me asfixia. ¿Cómo pudo Ani soportarlo cuando le hice lo mismo?

—¿Y por qué no quedas con Aura? O con Claudia, mira, que es mejor opción. No te comerá la oreja y te hará reír. Ella seguro que está encerrada en su casa. ¿Quieres que la llame? —¿No te parece suficiente castigo quedarme sin ti? Ellas no son mis amigas. Pero sé que tu intención es buena.

—¿Es que vas a estar todo el día con Angie? —No lo hagas, Ani, por favor. Cuanto más tiempo pases con ella, más te expondrás a su influencia.

—Sí. No lo sé. Quizás vuelva pronto.

—Puedo esperarte y salimos luego... —digo esperanzada.

—No, no quiero que te pases el día esperándome porque no sé cuánto tardaré. Hazme caso, sal con Claudia y tú y yo pasearemos otro día. —Esa alternativa no me apasiona, Ani.

—Está bien, Ani. No te preocupes, pensaré en algo. —He de resignarme—. Ve y diviértete. —Más bien, imploro que tengas cuidado. Hago un esfuerzo sobrehumano para actuar con la bondad con que actúa ella.

—Vale, pero no te aburras aquí en medio de la soledad. ¡Nos vemos! —Antes de marcharse, Ani me roba el aliento y me devuelve la sonrisa por unos instantes, pues me toma por la mejilla y me besa casi rozando la comisura de mis labios. Lo interpreto como que debo aprender a estar sin ella, a entender que es libre, y que volverá a mí al final del día, pero no lo interiorizo con la misma facilidad.

Poco después de que Ani cruza la puerta, me encuentro sola, sujetando una mochila que guardaba un arcoíris de ilusiones. Estoy sola. Estoy realmente sola. Ya casi no era consciente de lo sola que he estado durante tanto tiempo. Sin Ani, esa soledad se hace más notoria. Me siento como la luna privada de los rayos del sol. Sola y desamparada en la inmensidad de la nada, del frío y oscuro abismo.

Watashi no mūn, no llores. —Aiko me abraza por detrás y seca las lágrimas que empapan mi carita tristona—. Yo siempre estaré contigo. Yo siempre te elegiré. Nunca te dejaría por otra ni te haría llorar. Ella no te valora. No sabe que tú eres capaz de mover mareas.

—Ella es diferente. Ella no quiere hacerme daño...

—Pero te lo hace. Si no, ¿por qué lloras?

—No lo sé. No sé qué me pasa...

Suelto la mochila en mitad del pasillo y me encierro en el baño. Tras despojarme de la ropa en un chasquido de dedos, me meto en la bañera y empiezo a llenarla conmigo dentro. Mis lágrimas se mezclan con el agua que acaricia mi piel.

Quiero luchar contra la imagen mental de Angie seduciendo a Ani, pero no puedo. Ella me robará nuestros románticos momentos en la playa. Primero le echará crema para luego realizarle un masaje fogoso. Se la camelará con su empalagosa zalamería. No quiero ni imaginar las cosas eróticas que le susurraría al oído cuando se tumbara sobre ella. Angie esperaría a que se dieran un refrescante chapuzón para atacarla y secuestrar su boquita irresistible. Tampoco quiero imaginar dónde la tocaría bajo la intimidad del mar. Después, la invitaría a un helado, a su favorito, y se aseguraría de derramárselo encima para limpiarla con la lengua.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora