62 - Enferma de amor

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NOTAS

¡Hola, familia! Aquí tienen una sorpresita entre semana para que superen los reveladores secretos del diario de Ana. ¡Disfrútenla!

Espero que tengan una semana maravillosa. ¡Besos!

PD: Faltan unos tres capítulos para el final. ¡Ay, ay!

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Enferma de amor

Mi miedo se ha cumplido a la misma vez que he confirmado la pureza de Ani. He tenido el privilegio de navegar a través de su alma, de zambullirme en las páginas de su vida. He visto que su luz eclipsa su oscuridad. Esa luz es la que contemplé en su foto, en su sonrisa. Esa luz es la que me salvó de la perdición. Esa luz es la que me ha enamorado y la que me ha ilusionado con una segunda oportunidad en la vida para ser feliz.

Pero he sido víctima del enojo, de la curiosidad y de mi propia desconfianza. El precio a pagar ha sido que Ani me descubriera husmeando en su privacidad y, con ello, sufrir las consecuencias de que aleje su luz de mí, sumiéndome en una oscuridad mucho más terrible que la que conocía.

Me quedo sola en un túnel de vacío que se prolonga en el espacio. Ani es una brillante estrella que se vuelve inalcanzable. Todo era demasiado bonito para que pareciera real. Aunque ni siquiera hemos estado juntas, el dolor de perderla me hiere tanto como el de la pérdida de Aiko. Incluso me afecta de otra manera. Aiko, al menos, se marchó amándome. A Ani la he perdido por mis decisiones estúpidas, por mis miedos, por mis inseguridades. No quería hacerle daño y se lo he vuelto a hacer. ¿Por qué soy así? No podré soportar verla y saber que me odia cuando llegó a amarme.

¿Por qué me persigue la tragedia? ¿Por qué no he sabido cuidar lo poco bueno que he llegado a tener?

Un ruido proveniente de la cocina me estremece. Suena como un objeto al romperse en mil pedazos. Suena como mi corazón destrozado. Suena como el rechazo de Ani y su rabia al arrancarme de su pecho de raíz.

Me hundo en la profundidad de un lúgubre océano. Me ahogo en el mar formado por mis propias lágrimas. Sollozo sobre la almohada.

Mi mundo no tendrá sentido sin ella. No quiero rendirme. Quiero aferrarme a la esperanza de que me escuchará. No pude hacer nada por Aiko, pero sí puedo luchar por Ani. No puedo vivir sabiendo que le causé un daño que no se merecía.

Acudo a la cocina, donde enseguida contemplo los restos de un plato roto desperdigados por el suelo.

—Ani... —Debería confesarle que yo también estoy enamorada de ella, que leí todo su diario porque me importa y que no tiene nada que temer porque estoy dispuesta a estar a su lado.

Pero ella me recibe estampando un plato a mis pies. Esa es la señal de que solo empeoraría la situación si le dijera la verdad. Ella no me perdonará que leyera hasta su secreto más íntimo.

—¡Joder! ¿Cómo tengo que hablar contigo? ¡Te dije que no te quiero ver! ¡No me dirijas la palabra! —ladra, salivando pura cólera.

—Quiero ayudar a cocinar —excuso, incapaz de retener el llanto.

—No te necesito para nada. Tú no ayudas, eres un estorbo. Piérdete y abre la boca solo para hablar con tu hermano y para comer. ¡Vete!

No resisto su dureza. Cada palabra es una aguja que me clava en el corazón. Por ello, regreso a mi cuarto casi corriendo, donde la almohada esperaba por mí empapada, lista como una esponja para seguir absorbiendo mis lágrimas.

***

—Hermanita, ¿puedo pasar? —me consulta Eric desde el otro lado de la puerta de mi cuarto. Le indico que entre, no tengo alternativa. Si Ani le contó la verdad, asumiré las consecuencias. Supongo que mi cara me delatará—. Te traigo la ropa que habías lavado.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora