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Día viernes, último día de clases de la semana, por lo que Jaemin y yo parecemos zombies, anoche regresamos casi a las cuatro de la madrugada, y hoy nos habíamos tenido que levantar más temprano de lo normal porque su abuela nos despertó y prácticamente nos obligó a desayunar, así que lo único que queríamos hacer era dormir

Es por eso mismo que los dos habíamos llegado mucho más temprano a la escuela, lo diferente es que mi mejor amigo se había puesto de acuerdo con su nueva conquista que vivía a tres cuadras de la escuela, es la misma chica que casi se había liado en la fiesta, mientras que yo lo único que podía hacer era limpiar una asquerosa azotea, hace tiempo que no lo hacia, lo bueno para mí es que el inspector aún no notaba mi ausencia en esta tarea.

Jaemin al principio no quería dejarme solo, porque últimamente cada vez que me dejaba solo me pasaba algún accidente, pero le dije que era la escuela y lo convencí de que estaría bien. Subí a la azotea, pero apenas abrí la puerta comencé a dudar en si estaría bien o no.

Terminé de entrar por completo viendo como estaba ordenando unas sillas dejándolas apiladas en la otra esquina. —Creí que habías dejado de venir.

Él me miró de reojo mientras iba a buscar otra silla. —Después de un tiempo le agarras gusto.

Me reí. —¿En serio eres tú?.

—¿Ves a alguien más?.

Bufé. —Lo digo porque eres el que más se quejó de venir.

—Me queje pero vine de todas formas, tú desapareciste a los días.

En eso tenía razón. —Pero he decidido volver a molestarte con mi presencia.

—Si, molesta que no estás ayudando.

Me dirigí a buscar unas mesas para apilarlas también. —Entonces, ¿Cómo es que no me acusaste?.

—¿Por qué?.

—Me refiero. - me callé unos segundos al sentir aún un poco de molestia en mi pecho al respirar para mover la mesa. —A que no me reportaste con el inspector por no venir.

Él suspiró sacándose el polerón, aún hacia frío, o al menos yo aún tenía frío pero al parecer él era inmune, o tal vez tenía las defensas mucho más fuertes que yo, puede que tenga las dos cosas, qué envidia porque yo soy team frío aunque me enfermo como nunca cuando me expongo demasiado al el, pero a pesar de todo sigo siendo team frío.

—Ya te lo dije, le agarre gusto a estar aquí, tranquilo y solo, sin personas que me molesten.

Suspiré ante aquella última referencia a mí. —No te estoy molestando, solo estoy conversando como persona normal.

Él negó apoyándose en una mesa mirándome indiferente. —No me he referido a ti.

Pestañee tres veces mirándolo algo confundido, yo siempre le mantenía la mirada pero ahora no entendía porque de repente tenía unos nervios inexplicables y difíciles de controlar, pero ahora en verdad me costó mantener la mirada, porque era como si los dos estuviésemos ocultando algo detrás de ella. —Lo he pensado. - suspiré y fui a buscar otra mesa para apilarla junto a las demás. —Al final, ¿recuerdas aquella apuesta?, esa que hicimos hace tiempo de que cada uno iba hacer perder algo al otro.

—Si, ¿y eso que tiene?.

Deje la mesa junto a las demás y me senté en otra que estaba sin apilar. —Que jamás llegamos, ni llegaremos a ningún lado si seguimos con ella.

Asintió. —¿Y recién te das cuenta?. - rió irónico. —Eres demasiado lento Lee Donghyuck, como siempre.

Fruncí el ceño. —Soy menos impulsivo que tú.

Fuego bajo la lluviaWhere stories live. Discover now