Capitulo 06

10 2 0
                                    


—Ya no tomes más, mañana no podrías ir a trabajar, ya me estoy preparando para ver qué excusa le doy al jefe.—Dijo Kelvin a mi lado.—¿Porque no me dices qué pasó? ¿le reclamaste a Samara porque le viste abrazándose con tu hermano en la calle?—Levante la vista del vaso de cristal que tenía lleno de Vodka y lo mire en silencio.—¿Y porque te pones así? ¿Acaso tienes derecho sobre ella?—Kelvin se acomoda en el sillón donde está sentando frente a mi.—La chica vive en tu casa y no tienes las agallas de decirle claramente lo que sientes y quieres con ella.

—Hablas como si por vivir en mi casa debo someterla.—Dije antes de tomar de mi vaso.

Si me dolió escucharla hablar con Isaac una noche antes, y me mato haberla seguido para verla abrazarse como dos amantes enamorados.

—Deberías...Ya basta te llevaré con Samara, ven.—Me quitó el vaso de las manos y me hizo poner de pie para salir de su casa y llevarme en su auto hasta mi apartamento.

Era muy tarde, las dos de la mañana, no sabía que hacer ni a donde ir después de mi ataque de celos por Samara, la verdad es que pensé que cuando vino a vivir conmigo era porque ya no quería saber nada de Isaac, pero me equivoqué, y Kelvin también tiene razón, ¿Que Derecho tengo?




Estaba muy preocupada, ya era muy tarde, no sabía a quien llamar, Ismael había dejando el celular y estaba bloqueado para sacar el número de Kelvin al menos, deje pasar mucho tiempo porque pensé que volvería al calmarse, pero ya hasta Irene estaba en el quinto sueño para ir a tocar su puerta.

La puerta se abrió y llegó Ismael estaba con la mirada perdida en el piso, me acerque rápidamente, cerré la puerta y supe por el olor que había tomado.

—Ven, tienes que bañarte.—Lo lleve al baño de su habitación que también era la mía, ya que este apartamento solo tiene una habitación.—Ismael no sueles beber ¿Que está pasando contigo?—Le comencé a quitar la Camisa Blanca de mangas largas que tenía del trabajo, los zapatos de vestir y las medias, el también intentaba torpemente quitarse la ropa.

Si no estuviera tan preocupada por él, me estaría riendo. Le ayude con el pantalón y en ropa interior se metió al baño, Ismael era un hombre alto y atractivo, me dio algo de pena verlo en ropa interior, lo iba a dejar solo en el baño cuando vi que no podía ni abrir la regadera por la borrachera.

Lo ayudé, y debajo del agua un poco apartada, le lave la cabeza con shampoo, mientras él estaba pensativo con la mirada algo apagada y en completo silencio todo el tiempo.

Me aleje un poco cuando lo vi cerrar los ojos debajo del agua y como volviendo en si, eso me alivio un poco, dejo salir un suspiro profundo y luego me miró, si estaba más consiente, me había mojado un poco ayudándolo, pero no tenía problema en cambiarme la piyama de pantalón corto suelto y de tirantes finos que tenía.

—Te serviré un poco de agua y te traeré tu toalla.—Dije para déjalo ya solo en el baño, cuando Ismael me agarró de la mano derecha y me hizo entrar debajo de la ducha con el.—Ahh...—Me sorprendí un poco por el agua y el jalón rápido.

La bañera solo tenía la mampara de cristal que la dividía del inodoro, y como estaba abierta para ayudarlo, fue muy fácil para el arrastrarme dentro con el.

—¿I-Ismael qué haces?—Lo mire confundida, estaba pegada a su pecho desnudo, toda el agua estaba cayendo sobre nosotros, Ismael cerró la mampara del baño sin dejar de mirarme y nos quedamos encerrados en la bañera.—¿Ismael?

No dijo nada y solo me beso en la boca, yo estaba como en un transe, no entienda, no comprendía, más bien estaba completamente aturdida, Ismael estaba besándome ¿Porque?, de la sorpresa abrí un poco la boca y él aprovechó y metió su legua.

La encrucijada de SamaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora