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Era la mañana de Navidad y Leah se despertó sola en su cuarto. No estaba tan mal, pensó.

Al bajar a su sala común, no había nadie, no obstante, habían regalos los cuales en algunos, se podía leer "Leah" sorprendiéndola.
—¿Qué?— preguntó está tomando el primero.

Al abrirlo, vio una bufanda color verde de rayas muy bonita, y calentita junto con un gorro y guantes a juego y una nota.

¡Feliz Navidad Leah! Espero que no te estés aburriendo demasiado, y con suerte pasándolo bien. Espero que te guste un pequeño detalle, con cariño...

Daphne Greengrass. :)

La chica no podía creérselo, sonrió contenta y pasó al siguiente el cual decía "con mucho amor, de Theo y Blaise" el cual era nada más que un peluche de serpiente.

—Oh chicos, sois los mejores.— admitió ella riendo y abriendo el siguiente envoltorio suponiendo que eran de Crabbe y Goyle los cuales eran dulces.

Seguido de ese, el de Pansy el cual era muy sofisticado. Y la verdad es que se sorprendió al ver un jersey de lo más bonito, verde y negro.

Mamá y papá aún no se creen que sea amiga de Leah Potter, ¡y no sabes lo que te echo de menos! Espero que te guste el jersey y que puedas ponértelo y estar calentita y que te acuerdes de mi. Cuento los días para que nos veamos de nuevo :D

Te desea una feliz Navidad, Pansy Párkinson.

Era simplemente increíble pues nunca había tenido tantos regalos. Ni en su cumpleaños.
—Wow.— dijo al ver todo, súper agradecida.

Suspiró y una paz interior llenó sus pulmones. Sabía que sus amigos no eran tan malos, sabía que en Slytherin no estaban todas las personas malas. Al menos eso pensaba ella.

Cuando recogía todos los regalos y envoltorios para tirarlos, una cajita y un sobre cayeron al suelo, llamando la atención de la chica.
—¿Y esto?— preguntó mirando la caja, intentando ver si tenía nombre. Pero nada.

Decidió abrir la caja, encontrándose con nada más que una pulsera de plata muy bonita con una pequeña gema en medio, esmeralda y sofisticada. Le iba perfecta.

Trató de buscar alguna pista del propietario pero nada. Ninguna señal ni posible autor.
—Harry.— se dijo a si misma recordando que ella le tenía un regalo de Navidad.

Cuando estuvieron en el callejón, aprovechó con galeones que tenían en comprar un pequeño detalle para él.

Rápidamente salió de su sala común y fue hacia el gran comedor.
—¡Feliz Navidad Potter!— dijeron dos voces iguales muy felices.

Leah frunció el ceño con curiosidad y miró a los gemelos Weasley.
—Feliz Navidad a vosotros.— les dijo con una sonrisa algo tímida.— ¿Sabéis por casualidad donde está mi hermano?

El gemelo de la derecha miró al otro el cual miraba curioso a la chica.
—George, ¿donde hemos visto a Harry por última vez?— preguntó Fred.

—Con Ronnie, se iban a la biblioteca. Raro, pero verdad... creer para ver.— dijo este.— Bonita pulsera, por cierto.
—¿Gracias?— dijo esta.— Nos vemos.

La chica, ahora que sabia que su hermano y Ron se encontraban en la biblioteca, se dirigía allá a paso rápido.
—¿Que diablos hacen en la biblioteca?— se preguntó a si misma.

Al entrar, abrió los ojos demasiado al verlos... leer. Que estaba pasando.
—Harry... ¿te encuentras bien?— le preguntó bromeando, mientras se acercaba.

El azabache cerró el libro que estaba leyendo de golpe y sonrió para abrazar a su hermana.
—Feliz Navidad Leah.— le dijo contento.
—Feliz Navidad Harry, feliz Navidad Ron.— respondió esta muy contenta.

—Igualmente Leah.— dijo este desde su silla.
—¿Que estabais haciendo?— preguntó con curiosidad la chica.

Ahora fue cuando estos dos se miraron entre sí algo nerviosos.
—Hermione... nos dijo que teníamos que leer.— dijo rápidamente el pelirrojo cerrando su libro y levantándose.

—Por cierto, tengo un regalo para ti.— dijo el azabache cambiando de tema.
—¿Ah si?— preguntó Leah levantando una ceja.

—¿Ah si?— repitió Ron tan confuso como la Slytherin ganándose una mirada asesina de su amigo.— Ah, si.

Salieron de enfermería y Harry no le dejó hablar a Leah pues ya la estaba llevado a un sitio oculto de Hogwarts.
—¿Donde me llevas?— preguntó ella.

Los hermanos Potter entraron a una sala del castillo vacía, con solo un enorme espejo en ella. Daba escalofríos.
—¿Me regalas este espejo o que?— bromeó la chica yendo a verse.

Cuando Leah se posicionó frente este. Harry decidió dejarla a ella, para que lo viese por si sola.
—¿Que es esto?— preguntó ella ahora más seria.
—¿Que ves?— preguntó el azabache.

Leah vio como poco a poco, las figuras parecidas a sus padres y la de Harry se reflejaban en ella. Esas figuras eran ellos, y se colocaban a su lado, sonriéndole.
—Harry...

Su madre le tocó el hombro asustándola por momentos. Cuando se giró para verla, no estaba ahí. Nadie había ahí, a su lado. Era una ilusión.
—¿Tu también los ves?— preguntó el chico acercándose a ella.

Leah asintió y al no poder más, abrazó a su hermano el cual no dudó en corresponderle.
—Mamá y papá... ellos...

—Lo sé, pero no son reales. Este espejo es especial, te muestra tu mayor deseo...— explicó este.
—Los extraño mucho.— murmuró ella.

—Y yo.— añadió este.— Pero están siempre con nosotros, en nuestro corazón. ¿Vale?

La chica asintió y sacó de su mochila que llevaba un marco.
—Es para ti.— dijo algo avergonzada.— Se que tienes aquella foto de nosotros cuatro y para que no se rompa, he pensado en un marco, así la conservas bien.

El azabache sonrió y abrazó de nuevo a su hermana. Sin rencores ni enfados.
—Veo que a ti también te han regalado un jersey.— dijo este de repente.

Leah miró la prenda de su hermano y se dio cuenta de que era la misma que llevaba Ron, y los gemelos. Sonrió y asintió mirando orgullosa el suyo.
—Regalo de Pansy.— respondió encogiéndose de hombros.— Pero... quería hablar contigo sobre algo.

—Dime.

—Nicolas Flamel.

Harry bajó la apartó la mirada sabiendo que no iba a librarse de las preguntas de su hermana.
—¿Por qué piensas que Snape quiere robar la piedra filosofal?— le preguntó seriamente.

—¿Que sabes sobre eso?— dijo Harry ahora a lo que ella negó.
—Solo quiero saber. No quiero que te metas en líos, por favor. Harry.— le pidió ella.

El azabache asintió mintiendo totalmente. Sabía que si le explicaba todo a Leah, esta querría ayudar y podría salir herida.

No quería eso por nada del mundo, por eso debería mantenerlo en secreto.
—No me meteré en líos, lo prometo.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora