La Vuelta de la Humanidad

IV

Había pasado una semana y unos días luego del sueño en el Bosque. Estaba empezando el mes, por lo que era materia nueva, y eso en algunas clases era impactante, como en otras una desgracia. Para ella, la historia se ponía más y más interesante mientras avanzaban, mientras hablaban de los roles que tuvo la zona central del distrito, como también los otros distritos en sí. Entendía perfectamente, hacía argumentos, participaba junto a sus compañeros y junto a Mako. Se divertía en esas clases, se llenaba de energía.
​   En cambio, en cosas más científicas se cohibía, se atrasaba, no llegaba a resolver los problemas, y se amurraba. Por suerte tenía a Keith a su lado, le ayudaba en lo que podía, y de alguna manera entendía como poder hacerlos.
   ​Desde hace unos años que había elegido el humanismo, pero mientras más pasaba el tiempo, más ahora en este año; más se alejaba de las ciencias. Y algunas le gustaban: la química, astronomía, la genética; pero es que no podía, no las entendía. Era un cero a la izquierda en las matemáticas.
   ​Y aunque tenía algunos días muy ligeros, el martes era su peor día. Las tres ciencias juntas en la mañana, y matemáticas a la tarde, ¿Podría ser peor?
   ​Ese día en física tocaba el torque, y ya antes no había entendido mucho sobre la aceleración centrípeta, por lo que mientras hablaba el profesor, ella miraba las notas de su compañera, y las anotaba. Fueron entre treinta a cuarenta minutos de explicación, y el profe, que era bastante joven y guapo para la mayoría de las chicas del salón, sacó unas guías para cada estudiante.
​   Al mirarlas, quedó perpleja. Miró a Keith, quien ya había empezado a hacerla, y suspiró.
   ​-Deja hacer la primera, y te ayudo, ¿Sí?
   ​-Mhm, mhm-Le empezó a mirar.
   ​-Tu calculadora.
   ​-Ehm...-Estaba en su mochila-Toma, toma.
​   -A ver...-Katherine miraba como ponía los números, lo que Keith escribía en la hoja, ella lo escribía también-Christian, ¿Cuánto te dio?-Le preguntó al chico que estaba delante.
​   -350 Newtons, ¿A ti?-Dijo este al darse vuelta.
   ​-A nosotras también.
   ​-¡Buenísima!-El chico volvió a lo suyo con una sonrisa.
   ​Katherine no había entendido nada, pero tenía el resultado ya puesto.
   ​-A ver, ¿Dónde quedaste? ¡Ah! Ya la tienes.
   ​-Solo te copié, no sé hacerla.
   ​-¡Perfecto! ¿No entendiste nada de nada?
   ​-O sea, entiendo que es lo que me piden, pero...
   ​-No entendiste nada, vale, vale-Se acercó a su puesto-Mira, no es tan difícil. ¿Recuerdas lo de la clase anterior?
​   -Noup-Keith resopló levantando los ojos, Katherine bajó la mirada sin emoción alguna-Recuerdo algo de lo que me dijiste al hacer la guía pasada, pero poco.
   ​-Entonces... ¿Cómo es ella?-Mientras Katherine le miraba extrañada, ella se acomodó en su silla-La profe Mako, me refiero. No haremos mucho si intentamos hacer esto, la podemos hacer mientras el profe la explica en la pizarra; así que cuéntame de ella, ¿Es tan estricta como lo es en clases?
​   -No es tan estricta-Keith le miró a los ojos sin expresión-Bueno, bueno, puede serlo un poco, pero... Sí, lo es bastante. Es muy responsable, y siempre está haciendo algo, ¿Sabes? Me da un poco de vergüenza, incluso.
   ​-¿Qué cosa?
   ​-Estar horas sin hacer nada, tirada en la cama, pensando en qué hacer.
   ​-A eso yo le llamo tiempo libre, ¿No es eso para ti?
   ​-Yo lo encuentro tiempo muerto.
   ​-Tómalo como quieras, todos tenemos algo así, no creo que la profe Mako no lo tenga. Te creo que tenga poco tiempo, profesora de historia y profe jefe, pero tampoco es que pase todos los días en eso, ¿No? Seguro tiene algún hobbie o algo así, ¿Verdad?
   ​-De tenerlos, los tiene.
   ​-¿Cuáles?-Sus ojos se abrieron.
   ​-Bueno...-"Algo que no sea los dragones" pensaba-Les gusta el Cho-han.
   ​-¿Apostar? ¿En serio?-No se lo podía creer.
   ​-Sí, pero siempre pierde-Rio.
   ​Keith resopló con una sonrisa.
   ​-Esa no me la esperaba-Dijo, volviendo al lápiz.
   ​-No es que sea una ludópata o algo, pero de vez en cuando juega con sus hermanas.
   ​-¿Hermanas?
   ​-Sí, tiene cuatro. Es chistoso, porque los nombres de las cuatro empiezan con "Ma".
   ​-¡Whoa! Eso es ingenioso.
   ​-Exacto.
   ​-Pero entonces no es el Cho-han lo que le ocupa el tiempo; si no lo hace muy a menudo, yo digo.
   ​-Bueno, eso es verdad, pero...
​   -Entonces...
   ​-¿Por qué quieres saber de ella?
   ​-Es mi alimento natural, Kathy... digo, Kat.
   ​-En realidad es un secreto, pero no sé si podría decírtelo.
   ​-¿Por qué no?-Sus ojos se iluminaron-¿Qué secreto?
   ​-No te lo podría decir aquí, hay mucha gente.
   ​-Entonces es uno sabroso-se frotó las manos con muchísima velocidad, y una sonrisa malévola.
   ​-Pero es algo que nadie más puede saber, solo tú porque eres mi mejor amiga.
   ​-¡Entendido!
​   -¡Las dos que están allí hablando!-Gritó el profe, quien se giró luego de ayudarle a otro alumno-¿Cómo van?
   ​-¡Bien!-Sonrió Keith, Katherine asintió.
   ​-Entonces, Kat, ¿Podrías hacer el primer ejercicio en la pizarra?
   ​El profesor fue a su mesa a buscar un plumón, Keith intercambió las guías.
   ​-Solo copia lo que tienes ahí y era-Le susurró.
   ​Katherine asintió un poco nerviosa.